La Audiencia Nacional ordena el ingreso «inmediato» en prisión de Laureano Oubiña

Susana Luaña Louzao
Susana Luaña VILAGARCÍA / LA VOZ

GALICIA

El narcotraficante arousano debe cumplir una pena de 4 años y 7 meses de cárcel por blanqueo de capitales

07 feb 2014 . Actualizado a las 03:34 h.

Laureano Oubiña padece «síndrome vertiginoso e hipoacusia neurosensorial de oído izquierdo», pero eso no le impide que pueda ingresar en prisión y seguir el tratamiento en la cárcel. Así lo dice en un auto la Audiencia Nacional, que rechaza la solicitud hecha por el narcotraficante hace unos meses cuando alegó problemas de salud para no ir a la cárcel. Por eso, teniendo en cuenta que «no padece ninguna patología incompatible con su ingreso en prisión», la Audiencia Nacional resuelve «no acceder a la suspensión del cumplimiento de la pena privativa de la libertad impuesta y, en consecuencia, acordar el inmediato ingreso en prisión de Laureano Oubiña Piñeiro», dice el auto.

El narcotraficante cambadés abandonó la prisión en julio del 2012 tras 22 años encarcelado, y en las mismas fechas en las que recuperó la libertad, empezó su juicio por blanqueo de dinero, un delito del que se le acusaba junto a otros allegados, entre los que estaba su hijastro David Pérez Lago. Fue condenado, y Oubiña recurrió, pero hace poco, el Tribunal Supremo ratificó el fallo de la Audiencia Nacional que consideraba probado que tanto Oubiña como su fallecida esposa, Esther Lago, habían planeado «la forma de dar apariencia legal a los fondos procedentes de las operaciones de narcotráfico». Se le condenó, por ello, a una pena de cuatro años, siete meses y quince días de prisión, además de una multa de 2,2 millones de euros.

La sentencia se hizo firme en octubre del 2013, pero el condenado, que ya llevaba un año disfrutando de su nueva vida en libertad en compañía de sus hijas, con las que se dejaba ver por Vilagarcía, adujo una «grave enfermedad» para no entrar de nuevo en prisión.

Como estaba pendiente de una resonancia magnética en el Hospital do Salnés, los médicos forenses decidieron esperar por su resultado. Y cuando llegaron por fin las pruebas determinaron que los problemas de vértigo y auditivos que tenía el condenado no le impedían seguir su tratamiento en la cárcel. Por eso se ordena su «inmediato ingreso en prisión», e incluso que, de ser necesario, se ordene su busca y captura.

La suerte de su hijastro

Mejor parado salió su hijastro de los procesos judiciales. En la misma sentencia por blanqueo en la que se condenó a Oubiña, David Pérez Lago resultó absuelto. Y hace poco, el hijo mayor de Esther Lago abandonó la prisión tras cumplir siete de los nueve años que había acordado con la Fiscalía por narcotráfico. Está en la calle y sin ninguna causa pendiente.