Aduanas afirma que Vendex operaba como una organización criminal

Miguel Cabana
miguel cabana LUGO / LA VOZ

GALICIA

Los enchufes o los sobres con dinero eran lo habitual para ganar servicios municipales

03 feb 2014 . Actualizado a las 14:14 h.

Uno de los informes del Servicio de Vigilancia Aduanera que figura en los tomos desclasificados de la operación Pokémon, que investiga la mayor trama de supuesta corrupción de Galicia, explica que el modo de actuar del grupo empresarial Vendex era similar «al de las organizaciones criminales o de blanqueo de dinero». La estrategia puesta en marcha por Gervasio Rolando Rodríguez Acosta desde la central de Vendex en Madrid tenía como objetivo presentarse a concursos o servicios municipales untando a los políticos o gestores que se dejaban. Y así, este cubano afincado hace varias décadas en Madrid, consiguió expandir sus empresas como la espuma por España adelante. En Galicia entró en tromba en los ayuntamientos de Lugo, Ourense, A Coruña y Santiago, los dos primeros gestionados por el PP y los otros dos por el PSOE. Los pinchazos telefónicos autorizados por la jueza de Lugo Pilar de Lara sobre el representante de Vendex en Galicia, José María Tutor, permitieron comprobar que hablaba con todos los responsables políticos de estos ayuntamientos o con sus hombres de confianza para negociar la concesión de servicios, a cambio de, supuestamente, enchufar a amigos o de sobres de dinero.

Mano derecha del alcalde

El primer alumno aventajado de Tutor que cayó en la red de Aduanas fue Liñares, mano derecha como concejal durante años del alcalde socialista lucense, Xosé López Orozco. Cuando Liñares fue encarcelado, el regidor juró que aquel le había traicionado, y que él no sabía nada de sus manejos. Viendo los paquetes de dinero y las conversaciones entre el jefe de Vendex y su acólito en Galicia, en las que hablan de pedirle paciencia al alcalde de Lugo porque se le adeudan varios meses, las sospechas se disparan. Podrían disiparse definitivamente cuando se levante el secreto de todos los tomos y aparezcan las declaraciones de Liñares antes de ingresar en prisión. ¿Dirá que se quedaba él con todo el dinero, o implicará al alcalde o a otros? También falta por conocer la declaración del socio de Liñares, Javier Reguera, quien recogía físicamente los sobres de dinero enviados desde Madrid. Pero aún más esperada es la declaración de José María Tutor, porque presumiblemente aclarará a quién iban destinados los sobres de dinero, porque las peticiones de colocar a enchufados ya quedan claras en las grabaciones telefónicas.

Dorribo y Cacharro

También son clarificadoras otras declaraciones que van apareciendo en el sumario de la operación Pokémon. Una de ellas, la del empresario Jorge Dorribo antes de ser detenido, que cuenta a la jueza que Francisco Cacharro tenía un dos por ciento en la empresa Nupel a través de una sociedad patrimonial junto con sus hijos, además de otros muchos detalles de su forma de trabajar, como que no tenía nada a su nombre y que tanto coches como naves eran todas de renting o de leasing.

Daños colaterales

Pero los miles de folios de la Pokémon también van a dejar daños colaterales en personas que se relacionaron con los imputados y aparecen en el sumario aunque no cometiesen delito. Uno de esos ejemplos puede ser el del juez lucense grabado hablando con Liñares, a quien le va a causar un trastorno en su imagen profesional, aunque su sentencia fue contraria a los intereses del concejal corrupto y por tanto no se puede probar trato de favor.