Los jueces empañan la fiesta por los contratos de Pemex

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

La Pokémon y el caso que toca a la conselleira de Sanidade deslucen el tanto que se anotó Feijoo

02 feb 2014 . Actualizado a las 16:58 h.

Hace ya 20 meses de aquella tarde de mayo en que la televisión pública gallega interrumpió su programación para mostrar cómo el presidente de la Xunta empeñaba su palabra en la firma del acuerdo con la petrolera Pemex, llamado a acabar con la agonía del naval gallego. Desde entonces, pasó de todo. México cambió de Gobierno y lo pactado con Calderón hubo que revisarlo con Peña Nieto. Mudaron aspectos del encargo, los plazos sufrieron continuos retrasos y, entretanto, el mayor astillero privado de Galicia fue vendido a los mexicanos. En torno al contrato surgieron dudas y la credibilidad de Feijoo jugó a la ruleta rusa hasta que esta semana, por fin, la adjudicación de los dos buques hotel rompió el discurso agorero de la oposición y le permitió al líder del PPdeG reivindicar sus galones.

Tanto confió Feijoo en la oferta del naval gallego y en las gestiones de su Gobierno, que horas antes de que se diera a conocer la adjudicación de los floteles a Barreras y a Navantia ya difundió el acto que iba a celebrar al día siguiente en Madrid con la Pymar, la patronal de los pequeños y medianos astilleros, concebido precisamente para sacarle brillo al contrato de Pemex, acabar con la incertidumbre y cerrar con éxito un asunto omnipresente en la escena política y que capitalizó el debate de las últimas elecciones autonómicas.

La Justicia agua la fiesta

Pero no le duró mucho la fiesta al PP. Suele ocurrir que los principales obstáculos con los que ha venido tropezando Feijoo no proceden de la oposición parlamentaria, a la que le tiene tomada la medida y torea sin sudar la camiseta, sino más bien de su propio partido, de las instancias judiciales o de las mediáticas, y basta con repasar los casos Gürtel y Bárcenas, la sentencia que lo obligó a cambiar el decreto del plurilingüismo o las viejas fotos con Marcial Dorado.

Y volvió a ser la Justicia la que empeñó la fiesta que el PP tenía preparada con Pemex, y además por partida doble. Primero con el levantamiento del secreto de sumario de la operación Pokémon, que puede complicar más su situación en Santiago y A Coruña, aunque no más que la del PSOE en Lugo y Ourense; pero especialmente con la resolución del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia que salpica a la conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, al anular el ascenso de su marido a jefe de cirugía interna del Hospital Clínico de Santiago.

Poco hacía prever que aquella denuncia hecha por el socialista Modesto Pose en septiembre del 2010, y judicializada después por otros aspirantes al puesto del CHUS, le estallaría a Feijoo en su semana de gloria. Pero lo hizo. Y la oposición, deseosa de pasar ya la página de Pemex, donde quedó enmudecida, ya anunció que retomará el curso político poniendo a la conselleira de Sanidade en su diana.