El César de Viveiro se baja del caballo

Mar García Balseiro
Mar G. Balseiro VIVEIRO / LA VOZ

GALICIA

Aja Mariño anunció su retirada tras 30 años de política activa en el PP

01 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Viveiro, y buena parte de A Mariña recibía con ciertas dosis de incredulidad la noticia de que uno de los pesos pesados del PP en Lugo durante los últimos treinta años cerraba la puerta a la política activa. César Aja Mariño (1951) alcalde de Viveiro durante 23 años, diputado provincial, diputado nacional y senador hasta el 2008 anunciaba su retiro. Primero de la presidencia local; concejal ahora en la oposición, en el 2015 no concurrirá a la reelección. Lo que más sorprendió a propios y extraños fue la puesta en escena del anuncio, en la sede provincial y arropado por el presidente del PP en Lugo, José Manuel Barreiro, y su secretario provincial, José Manuel Balseiro. Los afiliados se enteraron por la prensa.

El azar lo llevó a la política en el año 1983 de la mano de Manuel Fraga y su Alianza Popular. Lo coloca al frente de la alcaldía de Viveiro y le da alas al partido. El desgaste de treinta años entre los entresijos del poder , y su actividad como responsable en Galicia de la empresa Tragsa, le obligan a abandonar y al PP a buscar relevo en Viveiro, tarea nada fácil.

«Fue un estratega, un profesional de la política que supo y quiso vivir de, por y para ella, y se lo trabajó», reconocía ayer uno de sus críticos en Viveiro. Respetado y odiado a partes iguales, todos comparten que Aja supo moverse entre Gobiernos amigos y también entres los que no lo eran. De hecho, las primeras y millonarias inversiones que llegan a Viveiro lo hacen de la mano de los Ejecutivos socialistas de Felipe González. Su habilidad para conseguir inversiones, «brujulear bien» dentro de su propio partido, fue marca propia durante estas tres décadas. Su personalista forma de hacer política derivó en lo que sus críticos llamaron el «cesarato», que se instala en Viveiro tras conseguir Aja la mayoría absoluta en 1987. Para sus afines fue «el mejor alcalde de la democracia que tuvo Viveiro»; para sus detractores, «un gran benefactor do urbanismo mal entendido».

Amigos y enemigos

La política es el arte de tejer alianzas con un fin, decía Maquiavelo. Aja se movió entre ministros, actuales, como Ana Pastor, o anteriores, como Rodrigo Rato y Elvira Rodríguez; tiene feeling con el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Algunos de ellos disfrutaron de la suavidad del clima de Viveiro muchos veranos.

La noche del 2003 en que Aja y el PP pierden la alcaldía comenzó también una época convulsa en Viveiro. Se la arrebata el fallecido Melchor Roel. Atrás quedaron entonces los lazos de amistad que nacieron en su primer gobierno local, en 1983, cuando Roel, entonces en el Partido Comunista, era aliado. El popular no le perdonó nunca a Roel que presentara contra él «del orden de 300 denuncias, infamias, que fueron archivadas por jueces y fiscales», según sus propias palabras. Algunas muy famosas, como el marisco enviado a Madrid en Navidad a altos cargos del Gobierno. Quedaron en nada. Aja se lo devolvió con creces y todavía hoy es el principal azote en el juzgado del actual gobierno del PSOE.

Hasta ahora, los intentos de sustituir a Aja le salieron caros al PP: sigue sin recuperar la alcaldía y de una escisión salieron los independientes de iVi.