Pastor sitúa sobre el ADIF y Renfe una agencia de seguridad independiente

Pablo González
Pablo González REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

El uso del móvil en la cabina de los trenes estará prohibido desde marzo y el sistema de control por GPS avisará a los maquinistas si superan la velocidad máxima

25 ene 2014 . Actualizado a las 11:23 h.

Las compañías ferroviarias y los gestores de infraestructura no son a veces los más indicados para controlar la seguridad. La Unión Europea recomienda poner por encima de ellos una agencia de seguridad -similar a la que controla el tráfico aéreo- que tenga manos libres para inspeccionar los procedimientos de seguridad de los administradores ferroviarios -el ADIF- o las empresas operadoras -Renfe y las compañías autonómicas-. De cara a la liberalización del transporte de pasajeros, además, se necesita un órgano imparcial que controle a las compañías ferroviarias que decidan competir con Renfe dentro de unos meses. La ministra de Fomento, Ana Pastor, anunció ayer tras el Consejo de Ministros la creación de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria (AESF), un organismo independiente que asumirá en un plazo no concretado las funciones de autoridad máxima en materia de seguridad ferroviaria. Esto implica que actuará de forma «transparente y no discriminatoria», según un comunicado del ministerio, y vigilará toda la red ferroviaria de interés general con capacidad sancionadora. También expedirá licencias y certificados a los futuros operadores ferroviarios, una función que tenía asignada el ADIF, que seguirá contando con un departamento de seguridad -como Renfe- aunque este estará supeditado a las inspecciones e investigaciones de la AESF, así como a la evolución del marco normativo de seguridad que se decidirá en la nueva agencia. Para ello contará con amplios poderes, como el libre acceso a todos los documentos, locales, instalaciones del administrador y de las empresas ferroviarias. La ministra también confirmó que está elaborado el nuevo reglamento de circulación, recogiendo toda la normativa que se encontraba dispersa, una tarea que «no se ha hecho en décadas», admitió Pastor. El reglamento incorporará nuevas señales.

La ministra también repasó la situación de las 20 medidas para mejorar la seguridad, que ayer adelantaba La Voz. Confirmó la instalación de cámaras en las cabinas de los trenes, pero solo afectará en un principio a 240 trenes (los que superan los 160 km/h). Las imágenes solo se verán en caso de accidente. En febrero habrá un dictamen independiente sobre las velocidades máximas de toda la red y en marzo se pondrá en marcha el nuevo protocolo de comunicaciones, que prohíbe el uso de móvil salvo en averías y emergencias. En alta velocidad, se analiza la introducción de un dispositivo de manos libres.

También se desarrolla un programa informático para emitir billetes nominativos y facilitar la identificación de viajeros en caso de accidente, y tres empresas trabajan en un sistema de ayuda a la conducción por GPS cuyas pruebas se realizarán entre marzo y abril. Está previsto que este dispositivo avise al maquinista en caso de que supere la velocidad máxima.

En colaboración con la Universidad Politécnica de Madrid se han diseñado varios sistemas de sujeción de equipajes que se probarán en ocho trenes.