Usuarios del tren que el domingo debía de salir a las 20.37 horas de Vilagarcía -y que finalmente lo hizo a las 20.55- denunciaron que viajaron hasta Vigo de pie «y hacinados», y que incluso tenían que bajar del tren para dejar entrar a pasajeros «pues la gente estaba de pie, amontonada en las puertas de salida», asegura Miriam González. Su testimonio coincide con el de Manuel Ángel González, quien incide en que después del accidente de Angrois «no se puede permitir que la gente vaya de pie a velocidades de 160 kilómetros por hora. Ese tren parecía de Tanzania en vez de un país europeo», comenta.
Tanto él como Miriam destacan que, con la gente de pie y los equipajes por los pasillos, «si hay una frenada los pasajeros corremos un riesgo». «A veces te tienes que agarrar para no caerte viajando todo el tiempo de pie», añaden.
Lo normal es que los domingos Renfe habilite una segunda composición -dos trenes unidos- por el aumento de la demanda, especialmente de estudiantes. Pero la compañía explica que «puntualmente» lo está haciendo con un solo convoy, pues hay una unidad en el taller de reparaciones «como consecuencia del arrollamiento de un árbol que se cayó en la vía por causa del temporal de estas Navidades en Galicia», explicó un portavoz de la compañía. Asegura que «próximamente» ya estará en servicio, aunque los días 6 y 12 de enero esta misma frecuencia «no se llenó».
También explican que los trenes con las tarifas más económicas admiten que haya pasajeros que viajen de pie.
Renfe explica que no se reforzó el servicio por la avería de una unidad