La víctima cobraba una paga y cuidaba de un hombre con síndrome de Down

La Voz

GALICIA

28 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

María Isabel Pérez Fraga llevaba una vida aparentemente normal y residía sola en el piso de la calle del Alcalde José del Río, de Marín, desde la muerte de sus padres. En el buzón del portal 1 del número 6 todavía figuran los nombres de sus progenitores, Francisco e Isabel, junto al suyo. Así lo comentaron ayer a La Voz personas que la conocían, que señalaron que la mujer, de 45 años, no trabajaba, pero vivía con una paga que cobraba tras el accidente cerebrovascular que había sufrido hacía unos años y que le había dejado secuelas en una pierna. Algunos conocidos relataron que le gustaba pasear, a veces con un perro, y que cuidaba de un hombre con síndrome de Down. A las cuatro de esta tarde tendrán lugar unas exequias en la capilla del tanatorio y a continuación se celebrará la inhumación en el cementerio de A Raña.