El PSOE se enroca en Ourense

pepe seoane OURENSE / ALA VOZ

GALICIA

<span lang= es-es >La concejala cambia de sitio</span>. La edila pachista María Devesa (de pie) abandonó ayer su asiento en la fila del alcalde para sentarse con Laura Seara en un acto de Xuventudes Socialistas de Ourense.
La concejala cambia de sitio. La edila pachista María Devesa (de pie) abandonó ayer su asiento en la fila del alcalde para sentarse con Laura Seara en un acto de Xuventudes Socialistas de Ourense. p. araújo< / span>

Ni Besteiro ni el comité provincial se pronuncian sobre el desplante de los cinco concejales que rompieron la unidad de voto en un pleno

15 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La casualidad hizo que la reunión del comité provincial del PSOE de Ourense, de declarada afinidad pachista, se celebrara dos días después de que cinco concejales de ese mismo sector abandonaran un pleno y obsequiaran munición a los otros tres partidos de la oposición, al confirmarles que el PSOE es en sí mismo un bipartito en la capital de As Burgas con dos bandos claramente distanciados.

El comité provincial pasó de puntillas sobre el más que evidente conflicto. Excede de sus competencias, dicen. A la reunión asistió la secretaria de la agrupación local, Carmen Dacosta, cabeza visible del bando que se forjó alrededor del anterior alcalde, Francisco Rodríguez, razón por la que aún se les conoce como paquistas. Hablaron del asunto, pero han decidido enrocarse. Todos. No ha habido pronunciamiento expreso alguno. Ni de respaldo, ni de censura. Los paquistas han evitado la confrontación directa y los pachistas han preferido mirar para otro lado. Las espadas siguen en alto, pero el cuerpo a cuerpo resulta improbable.

Los mensajes que ayer enviaban desde los partes mantienen la misma secuencia. Los pachistas, respaldados por la dirección provincial, se justifican en que los cinco concejales habían tenido participación en el expediente de compatibilidad que pedía un funcionario del Concello de Ourense, con una declaración rotundamente favorable a él, por lo que estaban incursos en causa de abstención. Que el afectado, el abogado Javier García Gago, conocida su trayectoria de denuncias, acuda otra vez al juzgado, incluso contra toda la corporación, no les parece descabellado. Y aunque sean amigos, se protegen.

Al otro lado, en el entorno del alcalde, sin dejar de reconocer que el incidente ha sido grave, enfatizan que se trata de un asunto menor. Aquí no ocurrirá nada. Con un gobierno del PSOE en minoría con once concejales (seis paquistas y cinco pachistas), frente a once del PP, tres del BNG y dos de Democracia Ourensana, el alcalde no se arriesga al puñetazo en la mesa. En un momento en el que se está tramitando un asunto de importancia como el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), el regidor aguantará lo que sea necesario. Y aunque la distancia con el BNG se ha ampliado desde la ruptura del bipartito con motivo de la Pokémon, con muy frecuentes disputas desde entonces, el regidor aún espera recomponer equilibrios. Con todo, transmiten desde este mismo entorno, que la actuación de los cinco concejales no saldrá gratis.

En el plano estrictamente político, corresponde mover ficha a la ejecutiva local, donde el sector paquista se ha hecho fuerte. Su secretaria general trasladó ayer a la provincial el malestar de esa mitad del equipo de gobierno. Ven como una deslealtad la actuación de Rodríguez Penín, Alfonso Vilachá, María Devesa, Mónica Vázquez y Susana Bayo, por haber roto la disciplina y ofrecido una mala imagen de grupo, con la salvedad de que, además, la decisión de negar la compatibilidad al funcionario estaba amparada por todos los informes jurídicos internos. Para fijar posiciones, las tres edilas de este bando están integradas en la ejecutiva provincial. Susana Bayo, que pidió las cuentas internas donde figuraban los famosos gastos en gin-tonics, excluida de la última ejecutiva gallega con la salida de Pachi Vázquez, fue recuperada ayer para la provincial.