La crisis en Ourense se agrava con el desplante de 5 ediles al alcalde

pepe seoane OURENSE / LA VOZ

GALICIA

Los concejales, afines a Pachi Vázquez, abandonaron la sesión plenaria

14 dic 2013 . Actualizado a las 10:43 h.

Un asunto menor, cual es la declaración de compatibilidad laboral de un funcionario para una segunda dedicación, permitió ayer la escenificación de la división interna en el PSOE de Ourense. La inaudita imagen de cinco concejales del gobierno local, los llamados pachistas, que abandonaron el salón de sesiones para no votar con el resto de sus compañeros, corrobora la brecha entre los dos bandos del grupo socialista, enfrentados por recelos, cuotas de poder y afinidad a distintas familias en el PSOE ourensano. A la espera de un poco probable puñetazo en la mesa por parte del alcalde, o de que el asunto pueda ser objeto de análisis por los órganos de dirección del PSdeG-PSOE, los concejales pachistas justificaron su abandono del pleno en una supuesta causa objetiva de abstención, por haber firmado una declaración de respaldo a la eficiencia del funcionario y apoyo a la compatibilidad.

Haber abandonado el pleno para no votar el acuerdo es, según fuentes de este propio grupo, un modo de «protegerse» ante eventuales acciones penales que pueda emprender el funcionario implicado en el caso. El dictamen en contra de la compatibilidad solicitada se sustenta en que la nómina del trabajador, que es letrado asesor de plantilla, supera los máximos legales para que se le conceda la compatibilidad.

La quiebra del grupo municipal socialista de Ourense, larvada durante el mandato de la corporación anterior a partir de que el grupo pachista se sintiera minusvalorado por el exalcalde Francisco Rodríguez, se agudizó cuando los concejales tomaron posiciones distintas en un reciente congreso provincial, unos al lado de Pachi Vázquez y los otros con el exalcalde, Francisco Rodríguez, líder de la facción paquista hasta que estalló la operación Pokémon. En este momento, la distancia empezó a ser visible, al no participar los concejales pachistas en la estrategia del otro sector, que apostaba por mantener la alcaldía.

La difícil convivencia entre los dos grupos se agudizó cuando una de las concejalas del sector pachista, Susana Bayo, solicitó por escrito en el Rexistro Xeral del Concello las cuentas del grupo socialista, dando pie a que luego aflorase el escándalo de los gastos impropios en alcohol y diferentes fiestas.

Más recientemente, concejales de este mismo grupo pachista se abstuvieron de apoyar en junta de gobierno el nombramiento de la secretaria de la agrupación local del PSOE, Carmen Dacosta, como directora xeral de Recursos Humanos. A todo esto hay que sumar que en círculos socialistas se baraja el nombre de Pachi Vázquez como posible candidato a la alcaldía ourensana.

El abandono se produjo después de que la corporación -con trece votos del PP y Democracia Ourense, frente a diez del PSOE y la abstención de los tres del BNG- aceptase la recusación del funcionario al alcalde para que el regidor no pudiera intervenir en la votación. En ese entorno, la compatibilidad fue desestimada por los cinco votos de los concejales del PSOE que permanecieron en el salón de sesiones, con 16 abstenciones -PP, BNG y DO- y la ausencia de los cinco concejales.

El portavoz del PP aprovechó la situación para afirmar que considera una «vexación» que presidiera el pleno la teniente de alcalde, Marga Martín, a quien se refirió como imputada, cuando técnicamente no tiene esa condición, al no existir un auto formal de imputación de delitos, si bien fue citada en una investigación judicial y prestó declaración en calidad de imputada.

El funcionario Javier García Gago, que es quien indirectamente provoca esta crisis política, es actualmente secretario de la sección sindical de la CIG del Concello de Ourense y había sido jefe de personal durante anteriores gobiernos del PP. Es amigo personal de Rodríguez Penín, el líder del grupo pachista en el Concello.