10 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.
Las cuentas de resultados de los aeródromos gallegos complican el cumplimiento del requisito de rentabilidad que la Comisión Europea planteó en julio, cuando advirtió de que «se asegurará de que los aeropuertos regionales son sostenibles y no suponen una competencia desleal». El comisario de Competencia, Joaquín Almunia, anunció que la UE limitará las ayudas públicas a las aerolíneas de bajo coste. Las cuentas prueban el pinchazo de la política de subvenciones que la Xunta deja ahora en mano de las ciudades. Aena lo tiene claro. Los tres aeropuertos solo crecerán si coordinan su oferta. Los localismos harán más difícil su subsistencia.