Neira ya fue expedientado hace diez años por comentarios de índole sexual

Tamara Montero
Tamara Montero SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

El conselleiro de Educación y el decano de su facultad califican de inadmisibles sus declaraciones homófobas

30 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Domingo Neira, que esta semana decía encontrarse tranquilo tras la apertura de un expediente motivado por sus declaraciones sobre la homosexualidad y la pederastia, es ducho en las lides administrativas. Lo es porque esta no es la primera ocasión en la que se enfrenta a un expediente por sus opiniones de índole sexual vertidas en clase.

Hace cerca de un decenio, cuando el decano de la Facultade de Ciencias da Educación era el profesor Felipe Trillo, las denuncias de algunos alumnos sobre uno de los textos del docente motivaron el mandato del entonces rector, Senén Barro, de la apertura de un expediente, que, sin embargo, se cerró solo con una advertencia contra el docente para que cejase en esos comportamientos.

Ahora, será el catedrático Fernando Domínguez Puente el que se encargue de la instrucción de este expediente disciplinario, que ya ha apartado de la docencia a Domingo Neira, aunque ayer los estudiantes no habían sido citados para dar su versión de los hechos.

El que también decidió dar su opinión sobre lo acontecido esta semana es el decanato de la propia facultad, que «sen panos quentes», tal y como explicó el decano, Lois Ferradás, tildó las declaraciones de Neira de «carácter discriminador, homófobo e machista», y dijo que era «intolerable» lo acontecido. El decanato felicitó a los alumnos por haber dado el paso de una denuncia formal y de forma «unánime, clara e fidedigna», lo que ha permitido actuar con más contundencia que en anteriores ocasiones, puesto que hasta el momento solo había comentarios en la facultad, por eso no se había actuado.

Asimismo, el decano expresó su temor a que «unha ovella negra» esté representando la imagen del profesorado, que, sin embargo, trabaja de modo «rigoroso, eficaz e con gran dedicación e forte compromiso ético». El decanato también pide colaboración a los conocedores de los hechos para llevar a cabo la instrucción y de los miembros de la facultad para que esto no se repita «nunca máis».

El conselleiro de Educación, Xesús Vázquez, dijo que hay palabras «que non son admisibles» y que «non deberían ser comprensibles para ninguén», así como que que en opiniones personales «non debería incidirse de maneira directa nunha aula».