Una orquesta viaja en taxi desde Muxía a Liechtenstein para actuar

Santiago Garrido Rial
S. G. Rial CARBALLO / LA VOZ

GALICIA

El grupo tocará en Vaduz en la fiesta anual de la colectividad española

04 nov 2013 . Actualizado a las 12:02 h.

La orquesta Alaska podría conocer la tierra que le da nombre si, en vez de los dos viajes de ida y vuelta a Suiza y Liechtenstein en dos fines de semana seguidos (este, y el del 16/17), tomase rumbo hacia la península norteamericana. En ambos casos, más de 8.000 kilómetros.

Alaska es un grupo que lidera Toni Otero, de Figueiras, en Moraime (Muxía). El año pasado realizó su primera actuación internacional en Liechtenstein, coincidiendo con la fiesta anual que organiza la colectividad española en el rico Principado (160 kilómetros cuadrados, 36.000 habitantes), de poco más de 300 personas. La inmensa mayoría, de la Costa da Morte y municipios limítrofes. Gustaron mucho, y este año regresan, invitados por el presidente del colectivo desde 1999, Manuel Figueiroa, de Quintáns, en Ozón (Muxía), residente desde hace 34 años. Tocarán el sábado 16 en el polideportivo universitario de Vaduz, la capital, el mayor del país, ante unas 400 personas. Y, como el año pasado, viajarán en taxi, ida y vuelta. Un taxi muxián, nada complicado, ya que son cuatro coches del municipio los que regularmente conectan ambos puntos, a unos 2.200 kilómetros de distancia, aunque hay más conductores que lo hacen esporádicamente.

Es un viaje largo y cansado, pero esta vez por partida doble. Porque antes, justo anoche, Alaska actuó en Lyss, en el cantón de Berna, invitada por el centro español, que como todos es en realidad gallego. Naturalmente, llegaron en un taxi muxián, regresarán mañana a Galicia, dejarán su equipo a buen recaudo en Suiza y lo recogerán de camino de Liechtenstein dentro de unos días. Dentro de tres meses, si no hay cambios, el destino será Delémont.

Otero no se queja de estas cien horas de viajes que suman los cuatro trayectos, a los que tan acostumbrados están miles de emigrantes gallegos. «É moito tute, pero sénteste ben porque te tratan moi ben. Estás como na casa», cuenta. Literalmente: «O ano pasado, en Liechtenstein, cando me erguín, saín a fóra, mirei para un lado e vin vacas pastando, no outro un raposo, e un home a uns cen metros berroume polo meu alcume familiar», relata.

Toni, joven, pero ya bregado en orquestas, está acompañado por otros dos músicos muxiáns, uno de Camelle, uno de Vila de Cruces, un venezolano y un argentino.

En Vaduz empezarán a tocar sobre las 21 horas y terminarán de madrugada. Les acompañará el humorista Isi, en un acto social que tiene gran relieve en la modesta prensa y discreta sociedad del Principado. Los emigrantes vuelven a crecer, pero la participación no. Hace décadas, se reunían hasta 700 personas. Es la verbena de la parroquia de Liechtenstein.