Edgewater llevará a la Xunta a los tribunales si persiste en la negativa a Corcoesto

Mario Beramendi Álvarez
Mario Beramendi SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

La compañía no está dispuesta a enterrar los 20 millones que lleva invertidos en la mina de oro bergantiñana

31 oct 2013 . Actualizado a las 09:12 h.

El carpetazo dado por la Xunta al proyecto para explotar oro en la comarca de Bergantiños en la víspera del debate del estado de la autonomía no será el último episodio que se escriba sobre este asunto. Mientras la Consellería de Industria entiende que Mineira de Corcoesto, filial del grupo canadiense Edgewater, ha incumplido los requisitos financieros y técnicos exigidos -como reunir el 25 % de fondos propios sobre la inversión del proyecto-, la empresa no está dispuesta a enterrar los 20 millones de euros que lleva invertidos ya en Corcoesto. De hecho, fuentes de la compañía han revelado que continúan las negociaciones con inversores para reunir esa cantidad antes de que finalice el año, aunque el anuncio de la Administración gallega haya complicado las conversaciones.

Con una declaración de impacto ambiental favorable emitida por el departamento que dirige Agustín Hernández a finales del pasado año, la estrategia de Edgewater pasa ahora por conseguir reunir los fondos exigidos y, en caso de que Industria persevere en su intención de tumbar la mina, dará la batalla legal para reclamar sus derechos.

El endurecimiento de las condiciones financieras impuesto por la Xunta el pasado verano cogió a contrapié a la empresa, que no se esperaba una decisión como esa, lo que la obligó a reorganizar todas sus previsiones de fondos en un contexto financiero adverso, con la banca imponiendo fuertes restricciones al crédito.

Opiniones encontradas

La decisión de la Xunta ha suscitado el aplauso de los detractores del proyecto, pero también la decepción en algunos alcaldes de la zona, que habían visto en la mina una oportunidad económica sin precedentes en tiempos de crisis.

La actividad ordinaria de Mineira de Corcoesto dejaría cada año en la comarca ocho millones de euros en salarios que corresponderían a las 271 personas que conformarían la plantilla de la empresa, una cantidad que se incrementa si se suma el medio millón de puestos de trabajo que se generarían en las labores de preparación y los 1.400 empleos indirectos que había estimado la Universidade de Santiago.

Los datos que maneja Edgewater calculan que, durante la vida del yacimiento, los gastos en efectivo ascenderían a 770 millones de euros, de los que 502 serían el coste de la mina: una partida que se refiere a los movimientos de tierra, actividad que beneficiaría a las pymes con maquinaria en toda la comarca.

Restauración ambiental

A esto se suma que el proyecto incluye unos costes de restauración ambiental de la superficie minera calculados en ocho millones de euros y un plan de desarrollo industrial para la comarca bergantiñana dotado con otros cinco millones que perseguiría la creación de empresas en la zona.

Pese a todo, el departamento del que es responsable Francisco Conde considera indispensable el cumplimiento de los requisitos técnicos y financieros por si se produjera algún imprevisto. Y ante la falta de las garantías exigidas no ha dudado en dar por cerrado el proyecto para evitar correr cualquier riesgo en un proyecto industrial muy impopular.