«Me quedé como un acordeón, con los pies hacia arriba»

a. martínez / m. torres VIGO / LA VOZ

GALICIA

Oscar Vazquez

La joven herida en una carrera ilegal en Oia se recupera de las lesiones

21 oct 2013 . Actualizado a las 18:33 h.

«Aprendí la lección, a partir de ahora seguiré yendo a los ralis, pero cuando estén señalizados y sean legales». Así se expresaba ayer Isabel Lloves León, vecina de Redondela de 27 años que fue arrollada la madrugada del sábado mientras contemplaba un entrenamiento clandestino en la subida de Oia hasta A Valga, donde la próxima semana se celebrará un rali.

Afortunadamente no ha sufrido ninguna rotura en las piernas, pero tardará tiempo en curarse de las lesiones que le produjo el choque del vehículo que subía a toda velocidad y cuyo conductor perdió el control cuando llegó a la curva donde ella estaba viendo el espectáculo. Del mismo modo, su amiga, que estaba sentada a su lado en el momento del accidente, tampoco está grave, aunque deberá guardar reposo para poder recuperarse.

Ahora anda con muletas y le ayuda su novio, que también se encontraba en el momento del accidente y era el propietario del Citroën Xsara en cuyo maletero estaban sentadas viendo el paso de los coches y que quedó completamente destrozado. Isabel Lloves relata que había cientos de personas viendo los entrenamientos. La convocatoria se lanzó a través de las redes sociales. A ellos les avisaron por teléfono. «Nos dijeron, mira que allí en esas curvas van a estar los coches haciendo el subnormal y cogimos y fuimos», manifestó ayer. Se pusieron en un punto en el que pensaban que era seguro. «Estábamos a unos tres o cuatro metros de la carretera, en un lugar donde no se iban los coches». Pero no tuvieron suerte, aunque piensa que podía haber sido peor. «Si no fuera por el gancho del remolque nos hubiera aplastado totalmente», recordaba ayer. El anclaje amortiguó el golpe en parte, pero no pudieron evitar el impacto de la parte trasera del vehículo contra sus piernas. «Me quedé como un acordeón con los pies hacia arriba y los tobillos muy doloridos», manifestaba ayer.

Reconoce que en adelante no se le ocurrirá asistir a un espectáculo de este tipo. «Ahora lo veo como que se nos fue la olla a todos», lamentaba ayer. «Realmente no hicimos nada malo, fuimos a mirar, pero sabíamos que estábamos mirando algo que ellos no debían de hacer», apuntaba. Cree que los entrenamientos de los ralis deberían estar regulados, «deberían cerrar los circuitos para que la gente pueda practicar y conocer el terreno sobre el que van a competir, porque está visto que si no les autorizan a ello, lo van a hacer igual sin medidas de seguridad y con el peligro de que se meta cualquier borracho, como me pasó a mí», apuntaba ayer.

Arrastrado en A Cañiza

Otro joven fue imputado por conducción temeraria en A Cañiza. F.?R.?M, de 23 años, suma otro delito de lesiones, ya que habría circulado hasta diez metros con una persona enganchada en la ventana. La víctima denuncia que presenció cómo el joven hacía trompos y derrapes con el coche. Se acercó al vehículo para hablar con él, al ver que parecía bebido y, mientras hablaban, el conductor arrancó de golpe y lo arrastró hasta que salió despedido.