La valoración de los dirigentes nacionales cae por debajo del 4 sobre 10
21 oct 2013 . Actualizado a las 13:44 h.La imagen de los líderes políticos que desempeñan su labor en la escena estatal se ha deteriorado de forma acusada en el último año y medio, en consonancia con el declive económico y social sufrido por el conjunto del país. Tal y como pone de relieve la encuesta elaborada por Sondaxe para La Voz, todos los dirigentes nacionales reciben un suspenso general, lo cual en sí mismo ya no constituye una novedad. Más reseñable es incluso que ni en el Gobierno ni tampoco en los partidos de la oposición exista una referencia política que alcance una valoración media de al menos 4 puntos sobre un máximo de 10, algo que puede tener un efecto apreciable a siete meses vista de que se celebren las elecciones para renovar el Parlamento Europeo.
La dirigente mejor situada, de todos modos, es la ministra de Fomento, Ana Pastor, que pese a ser una perfecta desconocida para uno de cada cuatro entrevistados recibe una puntuación de 3,97, sensiblemente por encima de la que logra el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, que consigue una nota de 3,83, frente al 4,57 que le otorgó el barómetro de Sondaxe de abril del año pasado, el primero elaborado tras las elecciones generales. Con todo, el presidente nacional del PP es el político que goza de la mayor popularidad, pues el 99,8 % de los entrevistados aciertan al ponerle cara.
También está muy asentada la imagen del secretario general del PSOE y líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, conocido por el 98,1 % de la población, si bien su puntuación es sensiblemente inferior a la del presidente del Gobierno, pues se sitúa en 3,09, casi un punto menos del 4,02 obtenido en el barómetro de Sondaxe de abril del 2012.
Pero no es Rubalcaba el político más aceptado por detrás de Ana Pastor y Mariano Rajoy, sino que ese puesto le corresponde a Rosa Díez, la líder de Unión Progreso y Democracia (UPyD), que obtiene una valoración de 3,65 puntos y es conocida por el 83 % del electorado.
Por detrás de ella se coloca -también con una nota mejor que la de Rubalcaba- el coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, quien como el resto empeoró su valoración en el último año y medio, pues ahora obtiene una puntuación de 3,37 frente al 3,83 de abril del 2012. De entre los dirigentes de primera fila, Cayo Lara es de los menos populares, ya que su nombre no es reconocible para el 20,7 % de los entrevistados.