El abogado de la defensa, Ramón Sabín, esgrimió el protocolo de abril de 1997 entre Patterson y la Consellería de Cultura para organizar la segunda exposición y afianzó su tesis de que el procesado había actuado de buena fe y «fue engañado». Esto de nada le valió a las acusaciones, que insistieron en que no se cuestionaba la entrada de la colección en España ni los problemas que pudo tener Patterson con la Xunta ni, como incidió la Abogacía del Estado que representa al Ministerio de Cultura, el origen de las piezas. Consideraron probado que Patterson ordenó su traslado a Alemania sin autorización administrativa.
Ante la incomparecencia del exconselleiro Jesús Pérez Varela, que estaba citado como testigo pero no acudió a la vista oral por estar de viaje, Ángel Sicart fue el único miembro de la Xunta en 1997 que declaró ayer ante la jueza Elena Fernández Currás. El ex director xeral de Patrimonio admitió que hubo un acuerdo entre Cultura y Patterson para la exposición de ese año y dijo que luego el costarricense negoció para que la colección se quedara en Galicia, pero «la Xunta no estuvo interesada».
Patrimonio histórico español
La pertenencia de la colección al patrimonio histórico español independientemente de su origen fue otro de los puntos de discrepancia entre las acusaciones -a las que se sumó una letrada en representación de Ecuador- y la defensa. Esta adujo las reclamaciones de distintas repúblicas latinoamericanas y el fiscal incidió en que «la protección cultural del bien está por encima de su titularidad».
La defensa se apoyó en la declaración del titular de la empresa de mudanzas que custodió la colección, quien aseguró que el entonces juez instructor de esta causa, Javier Míguez, le dijo que «si le pagaban la deuda se podían llevar las piezas»; y en la del exgerente del Auditorio de Galicia, Xosé Denís, quien explicó que la institución organizadora de una exposición tramita el permiso para traer y devolver las obras de arte, y prorrogar su permanencia si es preciso.
También declararon como testigos el exalcalde de Santiago, Xerardo Estévez, y el exrector de la USC, Darío Villanueva. Dijeron que Patterson había tenido una actitud correcta en el trato con ambas instituciones.