La investigación trata de leer entre líneas el blog de la pequeña Asunta

nacho mirás SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Bajo el título «Asunca» y escrito en inglés, editó la publicación y la presentó como un espacio «peculiar» sobre la «caza de fantasmas»

27 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El desarrollo de los acontecimientos devuelve el interés de la investigación un elemento: el blog que Asunta Basterra inició en julio del 2012, el mes en el que falleció su abuelo por causas repentinas en su domicilio de Santiago.

Bajo el título Asunca y escrito en inglés, la pequeña editó la publicación digital y la presentó como un espacio «peculiar» sobre la «caza de fantasmas» en tres parques de Santiago: la Alameda, Belvís y Bonaval. «Las personas que contarán la historia de estos parques -escribía la niña- serán Asunta Basterra Porto y Sophie Elizabeth Paton». ¿Quién es Sophie Elizabeth Paton? Se pensó que se trataba de una amiga imaginaria, pero no. Según ha podido saber La Voz, se trata de una profesora de inglés a domicilio con la que la pequeña entró en contacto.

«Alameda Park»

Después de la presentación, el blog solo tiene otra entrada, una breve historia de muerte y venganzas titulada Alameda Park, escrita en septiembre del 2012. Arranca así: «Primero, contaremos la historia del parque de la Alameda. Érase una vez una familia feliz; una mujer, un hombre y un hijo. Un día la mujer fue asesinada. El hombre quiso tomar represalias con la persona que mató a su mujer (Anna) pero él también murió, porque intentó tomar represalias pero el hombre malo mató a John, el marido. Su cuerpo está en el parque de la Alameda y su espíritu también. Él espera que el espíritu de su mujer venga con él. Cada día él se sienta en los bancos. El cuerpo y el espíritu de su mujer están en el parque de Velvís (sic)».

La Alameda era el parque preferido de Francisco Porto Mella, el abuelo de Asunta, que apareció muerto en su casa de Santiago el 26 de julio del año 2012, justo cuando arranca el blog. Quienes conocen a la familia saben que era Porto el que llevaba a su nieta al Instituto Rosalía de Castro y después, como de costumbre, le daba dos vueltas a la Alameda caminando.

María Socorro Ortega Romero, abuela de Asunta, murió en su casa del centro de Santiago el 11 de diciembre del 2011. La encontró su marido, Francisco Porto, cuando regresaba de uno de sus paseos. La investigación intenta ahora leer entre líneas por si el relato de Asunta pudiera aportar alguna luz sobre uno de los casos más terribles de cuantos han tenido como escenario la capital de Galicia o si, simplemente, es fruto de la imaginación de una niña.