A Merca aún tendrá que esperar dos o tres días para que todas sus viviendas recuperen la conexión telefónica. Cerca de seis kilómetros de cable, tanto de cobre como de fibra óptica se han volatilizado en el incendio que arrasó parte del municipio el lunes. Todavía con el suelo a altas temperaturas y el humo cubriéndolo todo, operarios de Telefónica y de Moltenor tiran cable y reponen postes donde el fuego no ha dejado rastro de la tecnología. Más de 500 viviendas se quedaron sin teléfono a causa del incendio. Pero la magnitud del corte no viene dado por la extensión de los incendios, sino por el tramo de cableado que se lleve por delante.
Centrales y conexiones entre ambas si se ven afectadas por el fuego pueden causar un mayor desperfecto. «Este verano no hemos hecho otras cosa que reponer postes y cables, señalan los técnicos de la compañía telefónica. Sus datos los avalan: 55 kilómetros de cable de cobre quemados por el fuego y otros 31 de fibra óptica igualmente derretidos en los 70 incendios en los que las llamas han afectado a las comunicaciones telefónicas este verano en Galicia.
La fibra, pese a su recubrimiento plástico, tarda más en arder, pues el cable interior, del grosor de un pelo, está protegido por diversas capas aislantes. Pero la intensidad de las llamas como las de A Merca no deja en pie ni las protecciones tecnológicas, ni mucho menos los postes de pino, repuestos a decenas este verano en Galicia.
Cuando acabe la temporada de verano, los técnicos de Telefónica, como le ocurre a los del ADIF, a las compañías eléctricas y la de otros tendidos, seguirán haciendo frente a la otra plaga que asola Galicia, la de los robos de cable, y eso que el de fibra no tiene valor en el mercado negro, pero muchos ladrones no lo saben.