«Cuando vemos que hay alguna irregularidad tomamos medidas»

La Voz

GALICIA

22 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Las ciudades de Galicia no son comparables a las grandes urbes españolas, con un número de habitantes mucho mayor. Desde Amigos de Galicia quieren partir de ese punto para explicar cómo es complicado que se les escapen casos donde alguna familia que percibe alimentos pueda cambiarlos en determinado momento por dinero. «No hay constancia de que eso ocurra, aunque puede haber alguna excepción. Lo que es verdad es que cuando vemos que hay algún tipo de irregularidad, tomamos rápidamente medidas. No es algo drástico habitualmente porque suele haber niños menores, pero a lo mejor se espacia más la frecuencia con la que se les dan los productos», explican desde la entidad.

Desde el Banco de Alimentos de Lugo, que deriva decenas de kilos de comida a distintas oenegés que luego la reparten entre los más necesitados, explican que «los alimentos van a asociaciones que garantizan la entrega. Por familia y semana se da un kilo de arroz, un kilo de pasta, un kilo de legumbres, fruta, leche, empanadillas, diez barras de pan... No reparten latas, por ejemplo».

También desde Aecoc opinan sobre la sospecha de que algunos de los alimentos que se comercializan de forma clandestina puedan proceder de los repartos que hacen organizaciones caritativas: «Resulta complicado creer que los productos que pueden hallarse en reventas clandestinas procedan de los bancos de alimentos. Ahora estamos trabajando con ellos en un proyecto y vemos que hay bastante control de todo lo que distribuyen entre organizaciones humanitarias que, a su vez, reparten entre familias con problemas».