Apagar el incendio de Oia costó más de medio millón de euros

maría cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

El viento y el manto del suelo dificultaron el trabajo, que duró seis días

08 sep 2013 . Actualizado a las 20:51 h.

Fue el incendio más virulento del año en Galicia. Iniciado a las 18.45 horas del 26 de agosto, no estuvo totalmente apagado hasta las 20.50 del 1 de septiembre. Fue en la parroquia de San Pedro de Burgueira, en el concello de Oia, y luego se extendió hasta O Rosal. Ardieron un total de 1.824 hectáreas (1.491 de superficie arbolada y 333 de monte raso) y los gastos de su extinción alcanzaron, según los datos que maneja la Consellería do Medio Rural e do Mar, los 585.829,43 euros.

En este caso el viento y el mantillo vegetal que cubría el suelo ayudaron a propagar las llamas. De ahí que fuera especialmente complicado controlar el incendio. El primero ayudó a propagar las llamas por una zona arbolada de monte ordenado. «Faltaba só barrer o chan», comentaba en su día un propietario afectado. Porque a diferencia de lo que suele ocurrir en los fuegos registrados en el interior de la provincia de Ourense, en ese caso el monte estaba limpio y cuidado.

El segundo hizo que el fuego discurriera por debajo del manto que se extendía sobre el suelo, complicando las labores de extinción. De hecho, el gasto en personal estimado por la Xunta rondó los 75.992 euros, a los que hay que sumar otros 23.267 de vehículos especiales, los 6.289 de maquinaria y los 480.280 dedicados a sufragar el coste de los medios aéreos. En dicha relación no están incluidos, según explican desde Medio Rural, los gastos correspondientes al operativo de la Unidad Militar de Emergencias ni tampoco aquellos costes derivados de labores posteriores en la zona dedicadas a evitar que el incendio se reprodujera. De hecho, un agente de Conservación de la Naturaleza desplazado a Oia comentaba el pasado 28 de agosto que el incendio no se podía dar por extinguido hasta dentro de diez o doce días porque puede surgir de nuevo bajo el sustrato.

Aunque el de Oia fue el incendio más complicado de extinguir, los gastos que supone controlar las llamas son muy importantes en cualquier foco, sobre todo en aquellas zonas de acceso donde los medios terrestres no pueden llegar. Fue el caso del incendio de Navia de Suarna, en Os Ancares, que alcanzó partes de monte raso prácticamente inaccesibles.