As Neves, con 28 focos, fue el municipio que registró más fuegos en la peor semana
03 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.«Hay datos que son incontestables. El mapa de intensidad de incendios por parroquias es revelador. Hay zonas en las que los incendios son una constante. Eso desbarata muchas teorías. No hay mafias ni bandas organizadas por Galicia, porque de otro modo no habría zonas crónicas y otras no. Los fuegos se producen siempre en las mismas zonas». Son palabras del secretario xeral de Medio Rural, Tomás Fernández Couto, antes de la campaña de incendios del año pasado. Un análisis que ha vuelto a demostrarse cierto en la que ha sido la semana más trágica de fuegos en lo que va de verano, la del 21 al 28 de agosto. Ayer se dio por extinguido el fuego de Navia de Suarna, que arrasó 280 hectáreas en Os Ancares, y siguió controlado el de Boiro.
En esos siete días el ránking de concentración de incendios situó a As Neves en primera posición, con 28 fuegos. En este concello hubo 36 incendios en agosto y 49 en todo el año. Es decir, que en esa semana se produjeron el 57 % de los fuegos de todo el año. Otra de las zonas más golpeadas por los incendios en esa fatídica semana de agosto fue Ribeira. Del 21 al 28 hubo 14 fuegos, casi todos los del mes, en el que hubo 16, y casi el 60 % de los de todo el año, en el que se registraron un total de 27.
La tónica se repite en Vilamarín y Cualedro, en Ourense, los siguientes concellos con más fuegos en la semana del 21 al 28 de agosto. Se registraron 14 y 13 incendios, respectivamente. En Cualedro el dato es demoledor, ya que en todo agosto solo hubo tres fuegos más (16) que los de aquellos días, que concentraron el 65 % de los de todo el año (20). Y más sorprendente es saber que 12 de las 20 emergencias de este tipo se concentraron en la parroquia de Santa Baia de Montes.
Al cierre de esta edición se registraba un incendio en la cima del monte Xiabre, donde confluyen los ayuntamientos de Caldas y Vilagarcía. Juan Manuel Rey, alcalde del primer municipio, lo definía como un fuego «de calado». En la zona hay instalaciones eólicas, aunque a última hora de ayer no estaban afectadas.