Rosalía Mera, una fortuna duplicada en 5 años tras una decidida diversificación

Rubén Santamarta Vicente
rubén santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

En plena crisis, Mera apostó por una inversión muy globalizada a través de varias sociedades, pero su gran joya es Inditex: su 5 % vale 3.200 millones

16 ago 2013 . Actualizado a las 09:35 h.

«El dinero permite hacer mucho y evita también grandes injusticias. Sin embargo, hay que saber ponerlo en su justa medida. Es imprescindible en el mundo en que vivimos, pero también tiene una dimensión muy fea y ruin, hay que saber manejarlo con coherencia, como la vida misma». Esta explicación, una versión algo más extendida del popular «el dinero no da la felicidad», podría chocar viniendo de quien viene: una de las 70 personas más ricas del planeta (la segunda de España), con un patrimonio estimado de 4.600 millones de euros, casi tanto dinero como lo que dedicará este año a educación y sanidad el Gobierno gallego.

Podría chocar la frase, sí, pero no choca porque la dijo Rosalía Mera, una empresaria atípica, la mujer hecha a sí misma más rica del planeta (las que están por delante de ella proceden ya de familias ricas), una persona muy cercana a movimientos contestatarios y muy activa en lo económico. Una dualidad que tal vez le llegara de esa mezcla galaico-vasca que tenía. La frase, precisamente, está extraída de una entrevista en una publicación guipuzcoana.

Rosalía Mera quedará siempre asociada, indiscutiblemente, a una empresa: Inditex, la sociedad que cofundó. Y a una segunda, a la que le dio un impulso -sobre todo financiero- esencial: Zeltia. En ambas mantiene una participación del 5 %. Solo con sus 31 millones en la textil le bastaría para colarse entre los más ricos del planeta. Su porcentaje en la multinacional de Arteixo vale más de 3.200 millones de euros (103 la acción, y tiene 31 millones de títulos).

Fue precisamente ese peso en Inditex el que le permitió a Mera hacer todo lo que vino en su vida después de cofundar ese gigante. Le generó unos notables dividendos y también unas grandes plusvalías a través de varias ventas de acciones. Partía de casi un 7 % en el 2002 y ahora está en poco más de ese 5 %, muy lejos del 59 % que controla su exmarido Amancio Ortega. Pero aún siendo la segunda mayor accionista.

Las ganancias que le reportaron esos movimientos (el último, en el 2011, vendiendo cinco millones de acciones) no se quedaron paradas. Mera tiene hoy más de una decena de empresas vinculadas a sectores variopintos: acuicultura, energía, nuevas tecnologías, audiovisual... Su vida está asociada a Zara, pero también a otros dos nombres: sus hijos Marcos y Sandra. Por el primero, con una deficiencia mental, impulsó decididamente la Fundación Paideia, orientada a actividades de formación y emprendimiento social. La segunda ha sido su sombra en todos los negocios.

Sandra Ortega, mano derecha

Su hija era quien la acompañaba cuando tuvo su derrame en Menorca y quien figura como administradora en Rosp Corunna, el principal brazo inversor de la coruñesa. A través de esa sociedad mantiene sus participaciones en Inditex, en Zeltia y en otra veintena de firmas.

Sandra Ortega Mera, casada, con hijos, joven y extremadamente discreta, es su mano derecha, y, previsiblemente, quien se encargará de asumir el enorme patrimonio que lega. La mano izquierda es otra persona de su máxima confianza: José Francisco Leyte Verdejo, un antiguo ejecutivo de Caixa Galicia y profesor en la Escuela de Finanzas. Está a su lado desde hace más de diez años, cuando Inditex salió al parqué, y quien le llevaba todos los números.

Ambos trabajaba codo con codo con Rosalía Mera. Sandra volcada en la Fundación Paideia; José Leyte, en Rosp. Todo desde unos despachos en la céntrica plaza coruñesa de María Pita. Es la sede social de sus empresas, salvo de dos: las sociedades de inversión variable (sicav, por sus siglas) Breixo y Soandres. Ambas tienen su domicilio social en Madrid. A través de estas dos sicavs llevaba a cabo el grueso de sus operaciones por medio mundo. De hecho, según las cuentas del primer semestre, en Breixo el 90 % de la inversión se localiza fuera de España. En Soandres llega al 93 %.

Una apuesta muy globalizada para alguien que siempre tuvo los pies en su tierra.

Más del 90 % de las inversiones financieras que realiza están fuera de España