El juez Luis Aláez dejó en libertad a Francisco José Garzón porque ni el fiscal ni el resto de las partes solicitaron la prisión provisional. Lo dejó libre, pero con cargos por 79 delitos de homicidio y por una pluralidad de delitos de lesiones, y también le aplicó una serie de imposiciones. El juez le obliga a presentarse cada semana en dependencias judiciales, le retiró el pasaporte y la licencia para conducir trenes durante seis meses, como medida cautelar.
El homicidio imprudente está penado con entre uno y cuatro años de cárcel, con inhabilitación profesional en este caso. Lo habitual es que se aplique la figura del concurso ideal de delitos, con lo que todos se concentrarían en uno solo, el más grave, por lo que en todo caso se aplicaría, si se produjese una condena, una pena máxima de cuatro años de prisión.