Accidente en Santiago: A la espera de los datos de las llamadas de los móviles del maquinista

J. M. Pan / I. Carballo REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

El teléfono corporativo del maquinista se encuentra extraviado desde el descarrilamiento del tren

30 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

En las conversaciones con el centro de control del tráfico ferroviario en los instantes siguientes al accidente, Francisco José Garzón, todavía dentro de la cabina siniestrada, dijo que iba a 190 kilómetros por hora y se lamentó y preguntó por el estado de los pasajeros. Pero también dijo otra cosa que llamó la atención de los investigadores, al menos en un primer momento. Garzón preguntó por su teléfono móvil, que al parecer no encontraba (el corporativo está desaparecido). Y eso hizo que los investigadores tratasen de averiguar la posible incidencia que una llamada de teléfono o un mensaje recibido o escrito hubiesen podido tener en el accidente que acabó con la vida de 79 pasajeros y que mantiene hospitalizados a otros 69 viajeros del tren.

El domingo, antes de que se iniciase la comparecencia del maquinista ante el juez Luis Aláez, se ordenó una diligencia para comprobar los registros del teléfono particular de Garzón y para solicitar a las compañías telefónicas correspondientes la certificación de las llamadas y los mensajes realizados desde los dos teléfonos, el de empresa y el particular, así como las horas en las que se hicieron.

En esa pesquisa también se podría saber a quién se dirigieron las comunicaciones. En todo caso, de lo que se trata es de analizar todas las posibilidades, de saber qué fue lo que pudo distraer al maquinista, que como él mismo reconoce sufrió un despiste, aunque no explicó la causa ante el juez. Dijo que se confundió de tramo pensando que estaba en uno anterior en el que no había necesidad de reducir la marcha del tren, que en la mayoría de los tramos circula a 200 kilómetros por hora e incluso a más velocidad.

En el atestado policial también se incorpora la declaración del segundo maquinista, prestada ante la brigada de la Policía Judicial que investiga el caso. Los agentes trataban de saber si se encontraba en la cabina de mando del tren en el momento del accidente. Este maquinista declaró que no iba en la máquina locomotora, ya que viajaba en otro vagón después de que en la estación de Ourense le hubiese cedido los mandos a Francisco José Garzón.

Inspección a los vagones

Los especialistas de la Policía Científica y de la Brigada de la Policía Judicial del Cuerpo Nacional de Policía realizaron en las últimas horas una segunda inspección a los vagones que formaban el convoy que descarriló en la curva de A Grandeira a las 20.41 horas del pasado miércoles. Los investigadores examinan el convoy ferroviario, cuyos restos se encuentran depositados en una nave de A Escravitude (Padrón) en busca de cualquier prueba que pueda ofrecer alguna pista en relación al siniestro.

Mientras, algunas fuentes situaban anoche al maquinista del tren Alvia en la provincia de Toledo, donde al parecer reside un familiar de Francisco José Garzón. Ese traslado no le impediría comparecer en un juzgado, siempre con permiso del juez.