Myrta estaba de viaje tras la boda de su hija en Roma

X.?V. Gago SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Su marido sobrevivió al accidente. Ambos residen en Tejas aunque nacieron en Puerto Rico, donde vive su familia

29 jul 2013 . Actualizado a las 06:00 h.

Solo cuatro días después de asistir a la boda de su hija en Roma, la curva de A Grandeira se cruzó en la vida de Myrta Lasalle y de su marido, Roberto Fariza, del que tomó el apellido. Ella falleció ayer en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Clínico de Santiago, después de luchar durante cuatro días contra las heridas que sufrió en el descarrilamiento. Tenía 58 años y trabajaba como educadora social. Ayudaba a niños y chicos conflictivos a sacar sus vidas adelante.

Myrta y Roberto estaban en España por un viaje organizado con motivo de la boda de una de sus hijas, Jiselle, que se celebró en Roma apenas unos días antes del accidente que ayer le costó la vida a su madre.

Myrta y Roberto cogieron en Valladolid el Alvia 730 que terminó su trágico trayecto en la curva de Angrois. Tenían previsto visitar Santiago y después poner rumbo a Holanda, donde pasarían unos días antes de regresar a su casa de Houston, en el estado norteamericano de Tejas.

Viajaban en el vagón número 7. Roberto Fariza explicó que el tren iba «muy ligero» y que el impacto fue «horrible». Señaló que se oyó un ruido y hubo «una reacción en cadena. Todo empezó a caer encima».

El vagón volcó del lado en el que estaba sentada Myrta, que se llevó la peor parte. Su marido pudo verla rodar por el suelo, igual que a decenas de personas. Tras el percance, Roberto explicó que el golpe «le arrancó el cuero cabelludo y estaba llena de sangre». «Ella es la que está mal», lamentó. Según NotiCel, un medio de comunicación de Puerto Rico, la mujer sufrió lesiones cerebrales a causa de los golpes en la cabeza recibidos en el descarrilamiento. No pudo superarlas. Su marido sufrió una fractura de cadera y diversas contusiones. Él es técnico especialista en biomedicina y lamentó ocupar una de las camas del hospital tras ser atendido. Pensaba que había gente que la necesitaría más. Fue el propio Roberto quien logró encontrar a su mujer herida entre los restos del vagón retorcido. Antes había ayudado a evacuar a varias personas heridas más.

Conmoción en Puerto Rico

La muerte de Myrta causó conmoción en la ciudad de Moca, en Puerto Rico, donde tenía hermanas, hermanos y sobrinos, según medios de ese país. Ayer tenían previsto reunirse con su sobrina, Nancy Bosque, para discutir los detalles del traslado del cuerpo y del sepelio y recordar a su familiar. Las hijas de la pareja, Yalisse y Jiselle, recibieron la noticia en España.

Por su parte, el alcalde de Moca, José Enrique Avilés, indicó a la prensa puertorriqueña que la familia no ha solicitado ayuda a las autoridades, ya que todavía no se ha decidido si el entierro tendrá lugar en esa ciudad o en Houston. La muerte de Myrta Fariza elevó ayer a 79 la cifra de víctimas mortales en el accidente ferroviario ocurrido en Santiago.