El juez ordena una diligencia para investigar el móvil del maquinista

j. m. p. / m. c. / i. c. redacción

GALICIA

Fue la primera acción que se llevó a cabo en el juzgado antes del comienzo de la declaración del imputado

29 jul 2013 . Actualizado a las 06:00 h.

El maquinista del tren accidentado en Santiago pasó oficialmente a disposición judicial a las siete de la tarde de ayer, casi una hora antes de que se cumpliese el límite de 72 horas permitido para las detenciones policiales. Lo primero que hizo el juez fue repartir copias del atestado policial a las partes personadas y seguidamente, antes de dar comienzo a la declaración del imputado, ordenó la práctica de una diligencia relacionada con el teléfono móvil de Francisco José Garzón, posiblemente para comprobar las llamadas o mensajes registrados antes del accidente que hasta el momento costó la vida a 79 pasajeros del tren.

En las conversaciones grabadas inmediatamente después del siniestro, Garzón pregunta en algún momento por su móvil, lo que llevó a los investigadores a analizar la actividad del teléfono por si pudiese haber tenido alguna incidencia en el despiste que admitió el maquinista ante el juez.

«Solo un culpable»

Mientras, Fernando Garzón, tío del maquinista del tren Alvia que descarriló el pasado miércoles a cuatro kilómetros de la estación de Santiago de Compostela, aseguró ayer que «parece que solo hay un culpable, pero tiene que haber más, es evidente». En unas escuetas declaraciones realizadas a Efe, el tío del maquinista, que se encuentra imputado por un presunto delito de homicidio por imprudencia y que ayer por la tarde compareció ante el juez, aseguró que se encontraba «mal» ante un suceso que ha calificado de «muy triste».

«No puedo decir más. Es todo, no puedo decir nada más», ha respondido Fernando Garzón, residente en la barriada toledana de Santa María de Benquerencia, al ser preguntado por si había mantenido algún contacto con su sobrino.

El tío del maquinista que conducía el convoy criticó que las autoridades responsables de Renfe y del ADIF se apresurasen a echar todas las culpas sobre Francisco José Garzón, al declarar el pasado viernes en sendas entrevistas periodísticas que el maquinista tenía que haber respetado las señales de limitación de velocidad.

«Parece que solo hay un culpable», dice un tío del maquinista del tren siniestrado