El presidente de Renfe: «El maquinista circuló por esa curva del choque 60 veces»

redacción / la voz

GALICIA

Julio Gómez-Pomar sostiene que el de Santiago no es un accidente «de la alta velocidad española»

27 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La dirección de Renfe evitó ayer entrar al debate sobre la responsabilidad del accidente de A Grandeira, si pesa más el factor humano o el técnico, pero recordó, en todo caso, que Francisco José Garzón Amo, el maquinista, conocía bien el lugar en el que descarriló el tren. «El maquinista había pasado 60 veces antes por ese punto», explicaba en Antena 3 el presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar. «Tenía un conocimiento exhaustivo», agregó. «Es posible -deslizó durante la entrevista- que haya sido un fallo humano, pero tenemos que ser extremadamente prudentes». «La velocidad máxima autorizada es de 80 kilómetros por hora y es la que debería respetarse al pasar por ese punto determinado, y así está en todos los protocolos de circulación para ese tramo de vía y para el tipo de tren que se llevaba», apostilló.

El dirigente recordó que la red comprendida entre Ourense y Santiago no es un trayecto de alta velocidad, sino un tendido «mixto, en transición hacia una futura alta velocidad». En otro encuentro, en este caso con la agencia Efe, abundó en esa idea: «No es un accidente de la alta velocidad española». «Entre Ourense y Santiago es una vía que tiene sistemas de seguridad mixtos y en la aproximación a Ourense y a Santiago, donde se produjo el accidente, tiene sistemas ASFA, que no son de alta velocidad», añadió, sin entrar en el debate sobre la conveniencia de los sistemas de seguridad instalados en esa vía.

Insiste Renfe en que toda la red ferroviaria es «segura y con sistemas apropiados a todos los tipos de vías y de trenes», lo cual no impide, reconocía el presidente, que se haya producido «este desgraciadísimo accidente».

El importante matiz

Lo de hablar sobre si es o no alta velocidad tiene su importancia. Porque España (un consorcio entre Renfe y varias empresas) se juega contratos en varios puntos del planeta (Brasil es el más inminente) para poner líneas de alta velocidad, algo a lo que podría afectar el siniestro de Santiago. «Nos vamos a reunir con las empresas del consorcio que va a competir en Brasil para ver qué tipo de acciones, con carácter de comunicación, explicación, podemos hacer para que quede totalmente claro que esto no es un accidente de la alta velocidad española», explicó.

Gómez-Pomar dijo que la curva de A Grandeira no se puede considerar un punto negro en la red ferroviaria. «Punto negro es un paso a nivel, en este caso se trata de una curva que se toma a 80 kilómetros por hora, que conoce el maquinista», añadió.

En cuanto al tiempo para tener conclusiones de las investigaciones en marcha (dos, una judicial y otra de ámbito técnico), agregó Gómez-Pomar que todo el mundo desea que las causas del accidente se aclaren «lo antes posible». «Colaboramos con toda la información de que se dispone: la conversación del maquinista con los centros de control, el juez dispone de la caja negra que tiene un registro continuo de la velocidad del tren en los distintos tramos... Y esperamos que lo antes posible queden determinadas las causas».