Las víctimas de la tragedia: La muerte de dos amigas golpea al concello ourensano de Ambía

Mar Gil / Fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

GALICIA

Acababan de terminar sus estudios y viajaban a Santiago para encontrarse con sus excompañeros de Erasmus

26 jul 2013 . Actualizado a las 15:57 h.

Los jóvenes de Xunqueira de Ambía se pasaron la tarde de ayer limpiando el pabellón deportivo de este pequeño municipio ourensano. Lo preparaban para velar los cuerpos de dos vecinas, de dos amigas. Celtia Uxía Cabido Prado y Eva Pérez Seara se subieron el miércoles al tren con la ilusión de sus casi 22 años (la primera los cumpliría a final de mes) y los recién estrenados 24 (que la segunda celebró el miércoles de la semana pasada).

Celtia -su muerte fue confirmada a la familia ayer por la mañana- finalizó este año sus estudios de Magisterio en Ourense. Su amiga Eva, a la que también la unían vínculos familiares y cuyo fallecimiento se conoció por la tarde, había estudiado Económicas en la Universidade de Vigo; cursó el último año en la Complutense de Madrid y, posteriormente, realizó un máster de Desenvolvemento sostible en la Universidade de Vigo. Compañeros y profesores la recuerdan como una alumna brillante, integrada en una de las promociones más brillantes de esta facultad.

Acudían a Santiago la víspera del Día de Galicia, como tantos jóvenes, porque habían quedado con excompañeros de Erasmus. No llegaron a encontrarse. La última conexión del Whatsapp de Eva marcaba las 20.41. Una hora que, a lo largo del día de ayer y mientras no se confirmaba su paradero, se convirtió en el peor presagio: un minuto antes de que el tren descarrilara.

El viaje a Santiago no era el más importante que tenía Celtia en mente ,aunque acabase siendo el último. La mañana del accidente sacó un billete de avión para viajar a Londres a finales de agosto; su propósito era pasar el próximo año en la capital anglosajona para perfeccionar el inglés. Ayer, sus padres compartían la noticia de la confirmación de su muerte con sus primos, los padres de Eva Pérez Seara, que finalmente tampoco salvó la vida.

Ella también tenía planes de futuro: alguno de sus amigos comentaba ayer su intención de viajar en agosto a Italia para participar en un campo de trabajo.

Las familias de Celtia y Eva son muy conocidas en el pequeño municipio ourensano de Xunqueira de Ambía. Un tío de Celtia regenta el bar Copas en la capital municipal y su madre dirige una bocatería. Eva formaba parte de la tercera generación de la empresa Hormigones Taboadela; su padre fue entrenador del club de fútbol de la villa hasta esta temporada.

Su muerte tocó también de forma especial al vecino municipio de Allariz, de donde es natural su progenitor, reside gran parte de su familia y en cuyo equipo de fútbol jugó su hermano.

Entre jóvenes de ambas villas se multiplicaron desde el momento del accidente los mensajes virtuales con informaciones que a primeras horas de la madrugada daban a Celtia como superviviente. Algunos de los tuits recogían el alivio por una noticia que, desgraciadamente, resultó errónea.

El alcalde de Xunqueira, José Luis Gavilanes, estuvo desde el miércoles en Santiago acompañando a las familias. El Concello decretó tres días de luto, pero incluso antes de la oficialización del duelo la localidad reaccionó a la tragedia de forma espontánea.

La mayoría de los bares o cafeterías cerraron en solidaridad con las familias. Las excepciones, con persianas semibajadas y sin luz, acogían a los vecinos, más por servir de refugio común y punto de intercambio de información que para ejercer su actividad. El silencio pesaba ayer como una losa en las calles que transitaban, arriba y abajo, sin destino concreto, los habitantes de este pequeño núcleo ourensano. Como si nadie quisiese irse a casa, pero tampoco tuviesen adónde acudir. «Parece que todo se supera, pero isto... Ó pobo vaille custar levantar cabeza e superar a pena», resumía una de las vecinas, mientras los jóvenes quemaban la angustiosa espera entre fregonas y lágrimas.