Uno de los acusados de pertenecer a Resistencia Galega será juzgado por fabricar explosivos

Eduardo Vigo Domínguez, uno de los cuatro independentistas radicales gallegos juzgados la pasada semana en la Audiencia Nacional por pertenencia a organización terrorista, tenencia de explosivos y falsificación de documentos de identidad, todo ello con fines terroristas, volverá próximamente al banquillo, acusado de fabricación de explosivos.

Si en el juicio, que quedó visto para sentencia la pasada semana, Eduardo Vigo se enfrenta a una petición fiscal de 20 años de cárcel al ser acusado de los tres delitos, en esta ocasión, el mismo fiscal, Marcelo Azcárraga, pide para él 8 años de cárcel y 13 de inhabilitación absoluta. El explosivo que supuestamente fabricó Eduardo Vigo fue confiscado el 14 de diciembre del 2007 por la Guardia Civil en un Renault Clio rojo en la carretera de Noia-Porto do Son, con un cartel que ponía «perigo, bomba».

Los ocupantes del Clio y portadores del explosivo eran Santiago Vigo Domínguez (hermano de Eduardo) y José Manuel Sánchez Gorgas, que pretendían colocarlo en una urbanización en construcción, próxima al lugar donde fueron detenidos, como apoyo a la campaña «contra a especulación inmobiliaria», iniciada por Resistencia Galega.

Por aquellos hechos, en octubre del 2009, la Audiencia Nacional condenó a los dos acusados a un año de cárcel por daños con finalidad terrorista en grado de tentativa. La sentencia fue recurrida ante el Supremo, que en mayo del año siguiente la anuló. En la nueva fueron condenados a cuatro años de prisión como coautores de un delito de tenencia de aparatos explosivos.

Análisis posteriores de los explosivos permitieron a los peritos policiales hallar restos del ADN de Eduardo Vigo en ellos. Para ratificar y ampliar estos informes el fiscal pide que se cite a declarar peritos químicos y biológicos de Guardia Civil y Policía Nacional.

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