Lanza una ley de espectáculos 18 años después de asumir la competencia
27 jun 2013 . Actualizado a las 12:06 h.Prometida por Feijoo para la legislatura anterior y luego frustrada por el adelanto electoral, la Xunta prepara ahora por fin el lanzamiento de una ley, la de espectáculos públicos y actividades recreativas, pendiente de redacción desde diciembre de 1995, cuando la Administración central traspasó a la autonómica las competencias exclusivas en esta materia. De hecho, la Consellería de Presidencia ya ha citado para mañana en Santiago a dirigentes de colectivos ciudadanos y empresariales con el propósito de empezar a negociar la redacción final de ese texto, tomando como punto de partida un borrador remitido a todos ellos días atrás. Entre las novedades, la cesión a las autoridades locales de la potestad de ampliar o reducir, sobre una tabla base para la comunidad, los horarios de los locales hosteleros.
Actualmente, los momentos a los que han de cerrar y abrir los bares, pubs, discotecas y similares figuran regulados en una orden de julio del 2005 que impone unos cánones para el conjunto de los 314 municipios de las cuatro provincias y deja en manos de delegados de la Xunta hipotéticas autorizaciones de límites diferentes para poblaciones concretas. Con la norma que proyecta el departamento de Alfonso Rueda, los propios concellos podrán decidir sobre ello «en determinados supostos e circunstancias». Se trata de algo similar a lo recogido en la Ley madrileña 17/1997, cuyo artículo 23.2, reformado hace apenas seis meses, faculta a los ayuntamientos para permitir excesos horarios «en atención a las peculiaridades de las poblaciones, condiciones de insonorización, afluencia turística o duración del espectáculo».
Aprovechando la futura aprobación del documento legal que tiene en cartera, Presidencia pretende reordenar también, vía posterior decreto de desarrollo, el catálogo de establecimientos, que recoge hasta 13 tipos distintos de negocios de ocio nocturno. En principio, suprimirá algunas categorías y fusionará otras; por ejemplo, la tan polémica del tablao flamenco.