Una figura que no gusta a los imputados

x. c. LUGO / LA VOZ

GALICIA

22 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

el secreto de sumario es una herramienta que da a los jueces la Ley de Enjuiciamiento Criminal que, a la vez, también les impone ciertas limitaciones a la hora de su mantenimiento. Contra esa figura han luchado en los últimos tiempos muchos políticos gallegos que, al igual que López Orozco, se consideraban indefensos. El secreto no gusta ni a los imputados ni tampoco a sus abogados porque no son capaces de saber por dónde les puede soplar el viento. Lo que ahora está sucediendo con la operación Pokémon, que afecta directamente a los exalcaldes de Ourense y Boqueixón y también a los actuales de Santiago y Lugo, ya pasó hace más o menos un año con el caso Campeón. Los letrados del exconselleiro Fernando Blanco, del exdiputado del PP Pablo Cobián y también los del socialista José Blanco se mostraron contrariados por la tardanza en el levantamiento del secreto, que en el caso de otra operación, la Carioca, se mantuvo un año. En la Campeón, la Audiencia pidió a la instructora que se diera prisa en la práctica de diligencias y ahora está por ver lo que hará el alto tribunal lucense con la Pokémon. Los abogados recuerdan que los secretos no pueden durar años. La ley habla de un mes, que se puede ir prorrogando.