Al BNG no le basta con que el alcalde de Ourense pague 235 euros por la ginebra

pepe seoane OURENSE / LA VOZ

GALICIA

Los nacionalistas insisten en que el regidor debe exigir responsabilidades políticas y forzar alguna dimisión

22 may 2013 . Actualizado a las 11:01 h.

Al alcalde de Ourense, el socialista Agustín Fernández Gallego, se le está agotando el crédito en el BNG. Al portavoz municipal del grupo nacionalista, Xosé Somoza, no le sirve que, como pretenden los socialistas ourensanos, sea la ejecutiva federal del PSOE la que determine las responsabilidades políticas por el escándalo de los «gastos impropios» en ron y ginebra, pagados con fondos del grupo municipal socialista. Opiniones como la que ayer transmitió Susana Bayo, la edila socialista que provocó esta tormenta política al haber pedido por registro las cuentas de su propio grupo, contribuyeron a ampliar la distancia entre quienes eran hasta hace pocos meses socios de gobierno.

La concejala socialista, miembro de la ejecutiva gallega del PSOE, considera zanjada la polémica con la devolución del dinero. Que el alcalde de Ourense hubiese pagado de su bolsillo los 235 euros de la controversia, que ingresó en la cuenta del grupo municipal del PSOE el mismo día en que los portavoces municipales acordaron excluir los pagos de alcohol, tampoco es suficiente para el BNG. «Nós pedímoslle ao alcalde que tiña que esixir responsabilidades políticas. E aínda non o fixo. Queremos darlle marxe, pero, polo de agora, xa estamos empezando a fartarnos de tantos desplantes. A confianza que lle prestamos no pleno da reprobación está cada día máis debilitada. Nós pedímoslle responsabilidades a el, non á federal do PSOE», dice Xosé Somoza.

El portavoz del BNG había dicho que «alguén terá que ir para casa» en el grupo municipal socialista de Ourense, sin llegar a señalar a ninguna persona. En ambientes políticos se apunta como probable sacrificado a Antonio López Vallejo, coordinador del grupo y miembro de la ejecutiva local. La cabeza de Vallejo sería suficiente para el BNG y tendría, además, un efecto balsámico en el seno del grupo socialista, pues el origen de la crisis interna entre las dos facciones del PSOE local -los afines al exalcalde Francisco Rodríguez y los de Pachi Vázquez- se suscitó porque estos últimos pretendían retirarlo, al concederle un gran poder de influencia sobre el actual alcalde y su antecesor.

La destitución de Antonio López la reclaman los pachistas porque de ese modo se ahorraría una importante cantidad de dinero en dos años, con lo cual se rebajaba de forma muy significativa la deuda que de forma mancomunada tiene todo el grupo socialista. Esta situación disgusta especialmente entre los concejales más distanciados con el alcalde y el grupo paquista.

Polémicas al margen, los servicios técnicos buscan una fórmula correcta para que el PSOE traspase el dinero desde su cuenta a las arcas municipales.