ado el momento económico y el escenario aeroportuario actual, conviene una breve reflexión sobre cómo la variable precio en función de la competencia puede afectar al sistema gallego, sobre todo en las rutas a Madrid y Barcelona.
Cuatro compañías operan estas rutas: Iberia Express, Vueling, Ryanair y Air Europa. Todas ellas son importantes en el contexto nacional y europeo, con un reparto equitativo en complementariedad geográfica que, desde este verano, permitirá a los gallegos disponer de una oferta duplicada en casi todos los casos. Esto posibilitará unos precios más competitivos y elegir desde qué aeropuerto volar. La llegada de Air Europa a Alvedro (un gran acierto); el previsible desembarco de Iberia Express -con precios más competitivos que su matriz- en ese mismo aeropuerto (que permitirá a la aerolínea operar desde los tres gallegos); la consolidación de Ryanair en Lavacolla; y el mantenimiento de la operativa de Air Europa en Peinador, consolidarán desde esta temporada de verano la ruta a Madrid. Esto permitirá a los gallegos elegir entre las compañías en función de diferentes parámetros, y desde Madrid podrán enlazar a prácticamente todo el mundo. Además, la presencia de Ryanair para volar punto a punto a Madrid estimulará a la competencia, y los precios se ajustarán a medio plazo. En el caso de Barcelona, una gran compañía de bajo coste de última generación como Vueling compite desde los tres aeropuertos con Ryanair, lo que ayuda al viajero de ocio y de negocio a posicionarse y elegir su mejor opción.
No obstante, no debemos olvidar que las compañías aéreas son empresas y como tales están sometidas a sus propios criterios de rentabilidad, con lo que la competencia entre ellas solo será posible en rutas con potencial de pasajeros importantes. En otras rutas nacionales o europeas, esa competencia empresarial no es posible, pues ninguna operará con criterios de rentabilidad. Esto podría dejar destinos huérfanos, sin ninguna aerolínea interesada en cubrirlos. Este es el problema que hemos tenido con la duplicidad de algunas rutas que se operaban desde varios aeropuertos, lo que ha llevado a que ninguna se consolide y acaben cerrando. De ahí la importancia de que se coordinen y complementen los tres aeropuertos si realmente queremos ser competitivos.
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