AGE acusa a la Xunta de plagiar los artículos de la ley andaluza del 2011
10 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.La falta de consenso y la división política fueron ayer los rasgos distintivos del inicio de la tramitación parlamentaria del proyecto de ley de universidades de Galicia, un texto que merced a la holgada mayoría del PP no tuvo grandes dificultades para superar la tres enmiendas de devolución presentadas por la oposición, aunque se vio salpicada por las acusaciones de plagio. El diputado de Alternativa Ramón Vázquez aseguró que la norma reproducía literalmente un tercio de los artículos de la ley aprobada en Andalucía en el 2011. «É un vulgar plaxio, por menos dimitiron ministros en Alemania», aseveró.
El conselleiro de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria, Jesús Vázquez, fue el encargado de defender el proyecto ante el pleno y lo hizo negando que se viole la autonomía universitaria o cualquier atisbo privatizador. Y entrado en materia, también recriminó el rechazo de los tres grupos de la oposición al documento, poniendo en valor que fue consensuado con la comunidad universitaria, al recoger «ata o 70 %» de sus aportaciones. Quizás por eso insistió, tendiendo la mano y pidiendo consenso: «É posible cando existe vontade», dijo.
Pero superado ese escollo, Gobierno y oposición se limitaron a recorrer caminos paralelos sin ninguna posibilidad de encuentro. Donde Jesús Vázquez hablaba de una normativa para impulsar «a especialización formativa e investigadora» y adaptar el sistema universitario gallego al plan Bolonia a base de mejorar la competitividad, la socialista Concepción Burgo acusó al Ejecutivo de «chantaxear aos reitores afogándoos economicamente».
Y donde Jesús Vázquez aireaba las bondades de un texto que apostará por el acceso «en igualdade de condicións» del alumnado a las instituciones universitarias, haciendo especial hincapié en su posterior inserción laboral, el diputado del BNG Cosme Pombo previno que el texto «introduce o cabalo de Troia das universidades privadas» para que estas se puedan hacer progresivamente «con parte do negocio».
Desde el grupo Alternativa Galega de Esquerda (AGE), Ramón Vázquez introdujo en el debate otro asunto, al asegurar que la ley era un «corta e pega» de la norma aprobada por Andalucía en el 2011. Abundó en que, de sus 113 artículos, más de un tercera son un «vulgar plaxio». En su opinión, el proyecto normativo «é máis propio do rincón do vago que dun Goberno».
Los populares esquivaron esta acusación, pero la Xunta replicó horas después a través de una nota de prensa en la que aclara que las similitudes entre la norma andaluza y la gallega se deben a que ambas «recollen e respectan a normativa básica estatal en materia de universidades», por lo que Educación entiende que «non se pode falar de copia».
PSdeG, AGE y BNG coincidieron también en reprobar que el gallego deje de ser lengua «vehicular» en la universidad, y al viceportavoz del PP, Román Rodríguez, le tocó salir a respaldar el texto argumentando que el voto en contra de toda la oposición a la toma en consideración se debía a lo siguiente: «Vostedes non queren un bo titular», resolvió.