Piden prisión para el impulsor del primer club de cannabis de Pontevedra

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

GALICIA

El fiscal entiende que cometió un delito contra la salud pública referido a sustancias que no causan grave daño a la salud a través de un establecimiento abierto al público

02 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El sueño de crear en Pontevedra el primer club cannábico de la provincia puede terminar entre rejas. Por lo pronto, el fiscal solicita una pena de cuatro años de prisión para el impulsor de la Asociación Pontevedresa de Estudios del Kannabis (APEK) al entender que cometió un delito contra la salud pública referido a sustancias que no causan grave daño a la salud a través de un establecimiento abierto al público.

Sostiene que, hace tres años, los asociados se apartaron de los fines para los que se constituyó el colectivo y acordaron realizar una plantación conjunta de marihuana. El producto de esta iniciativa «sería distribuido entre los socios, encargándose el acusado del cultivo, cuidados y recolección de la droga».

Sin embargo, este proyecto se frustró. El responsable de APEK, entonces, presuntamente aprovechó para comenzar a vender entre los 165 miembros del club «el producto de su propia plantación». Añade el fiscal que les cobraba un precio inferior al de mercado, toda vez que utilizaba el local de la asociación tanto para dormir como para cultivar y despachar la marihuana.

En este sentido, el Código Penal es claro al castigar a todo aquel que «ejecute actos de cultivo, elaboración o tráfico».

Por si fuera poco, el 1 de agosto del 2012, un registro policial del local de la calle San Nicolás reveló a los agentes una estancia oculta. Los investigadores, al retirar una estantería, descubrieron un hueco que comunicaba con un invernadero oculto. Equipado con sistemas de deshumidificación, extracción de aire y luz artificial, se localizaron más de 260 gramos de cannabis seca que «el imputado tenía para su venta ilícita a terceras personas» y que le hubieran reportado 1.200 euros.

Esta operación fue consecuencia de una intervención anterior desarrollada el 19 de junio de aquel mismo año. Aquella tarde un fuerte olor a gas en el entorno del inmueble de la asociación movilizó a los Bomberos y a la Policía Local.