Dos terroristas encapuchados colocaron la bomba que explotó en el cajero de O Rosal

JULIO Á. FARIÑAS REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Era la bomba más potente y más elaborada colocada por la organización que se dio por descabezada tras la detención en los últimos meses de varios de sus presuntos dirigentes

12 mar 2013 . Actualizado a las 10:37 h.

Aunque hasta el momento no hay constancia de que el atentado de O Rosal haya sido reivindicado, entre los responsables judiciales y policiales de la investigación no existe duda de que la bomba que explotó la madrugada del domingo en un cajero de Novagalicia Banco en el municipio pontevedrés es obra de Resistencia Galega.

Era la bomba más potente y más elaborada colocada por la organización terrorista independentista que oficialmente se dio por descabezada tras la detención en los últimos meses de varios de sus presuntos dirigentes. El último en caer fue Adrián Mosquera Pazos, detenido en enero al ser sorprendido cuando acababa de recoger tres artefactos explosivos en una zona boscosa de Ames.

No es la primera vez que colocan pólvora prensada en un termo metálico, pero nunca habían colocado tanta cantidad, ya que el del domingo, según los expertos, contenía más de kilo y medio de explosivo. Según las mismas fuentes, las conexiones de los temporizadores también están muy mejoradas.

Tampoco ha sorprendido el objetivo elegido, dado que se trata de una sucursal donde se han registrado encierros de afectados por el problema de las preferentes y este grupo terrorista pone especial cuidado en aprovechar el descontento social para justificar sus acciones violentas.

Aunque el lugar del atentado está muy próximo a la frontera con Portugal, país donde se sospecha que se esconden los máximos dirigentes de la organización, los investigadores consideran poco probable que los dos individuos vestidos con sudadera y pantalón oscuro, uno con la cara oculta por una visera y otro con una capucha, que se ven en los vídeos grabados por las cámaras de la sucursal en el momento de depositar el termo, sean alguno de los residentes en Portugal. La hipótesis que se considera más plausible es que activistas residentes en Galicia se hayan desplazado a Portugal o a un punto fronterizo convenido a recoger la bomba y la dejasen en la sucursal tras activar el detonador, con lo que evitarían los riesgos de mantenerla un tiempo en su poder.

Fuentes de la Audiencia Nacional consideran que este atentado es una prueba del peligro potencial de una organización terrorista a la que hay quien no se la toma en serio porque nunca han originado más que daños materiales con sus acciones violentas, pero que en cualquier momento pueden provocar víctimas mortales. De hecho, la explosión de ayer tenía potencia más que suficiente para ello.