El chófer del bus irá a la cárcel por la muerte de las tres jugadoras de Lugo

lugo / la voz

GALICIA

La sentencia lo condena a dos años y medio y achaca el siniestro a la velocidad

12 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Dos años, seis meses y un día de prisión fue la pena impuesta a Federico Ferreiro Álvarez, el conductor del microbús lucense que volcó en una rotonda cercana a Lavacolla en la mañana del 3 de mayo del 2009. En el vehículo viajaban las jugadoras juveniles del Emeve, equipo de voleibol, que volvían de Canarias de disputar un campeonato de España. Tres de ellas murieron y once pasajeros más sufrieron lesiones.

La sentencia de la titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Santiago establece, además, la retirada del permiso de conducir por tres años, seis meses y un día al conductor del microbús. Al mismo tiempo, obliga al pago de algo más de 400.000 euros de indemnizaciones a los familiares de las jugadoras fallecidas.

El fallo declara probado que el conductor circuló «de forma desatenta a la señalización de la vía» y a una velocidad no inferior a 102,5 kilómetros por hora cuando la limitación era de 40. Ante esta situación se percató de que había pasado un desvío que le permitía acceder directamente a la N-634 y al detectar la proximidad de la rotonda, accionó bruscamente el sistema de frenado, lo que provocó que perdiese el control del vehículo que acabó volcando parcialmente sobre su lateral izquierdo, que fue a impactar a la altura del techo y las ventanas con las barreras de protección.

La autora de la sentencia dice que en la conducción que dio lugar al accidente no intervino ningún defecto o fallo del vehículo aún cuando el ABS del sistema de frenado no funcionaba ya antes del percance. Ni siquiera en el panel de control del autocar existía el testigo que indicaba si funcionaba o no correctamente.

Destaca la jueza que los técnicos recordaron que la función del ABS era la de evitar el bloqueo de las ruedas al accionar el sistema de frenado, lo cual permite al conductor controlar mejor la dirección, «pero no por ello el vehículo frena más o en menos espacio». Añade que, en todo caso, el sistema de frenado convencional funcionó bien.