Localizada la joven a la que buscaban en Pontevedra

pontevedra / la voz

GALICIA

La policía había activado el protocolo de alto riesgo tras la denuncia de la familia, que la echaba en falta desde el jueves

05 mar 2013 . Actualizado a las 14:55 h.

Por fortuna, todo quedó en un susto. La joven de 22 años de Fisterra dada por desaparecida en Pontevedra el domingo por la tarde apareció en la casa de un amigo solo unas horas después de que se activase la alarma. Para los agentes a cargo de las pesquisas, el caso tenía máxima prioridad y así se puso en marcha de inmediato la maquinaria para agilizar la búsqueda de esta estudiante de Bellas Artes. Según fuentes policiales, la joven se encontró con este conocido el jueves en una céntrica discoteca de la ciudad del Lérez y acabó con él en su piso, donde permaneció hasta que en la madrugada del lunes fue localizada por una patrulla de la Policía Nacional.

El domingo, la familia de la joven presentó una denuncia alertada por sus compañeras de piso, preocupadas porque la estudiante no había dado señales de vida desde hacía varios días y, además, se había dejado el teléfono móvil en la casa. Todo su entorno se movilizó rápidamente -incluso en las redes sociales-, dado que además se trata de una joven de comportamiento responsable que tiene por costumbre avisar de sus movimientos.

Pista dada por una amiga

Por todo ello, la policía pontevedresa -sensibilizada con las desapariciones a raíz del caso de Sonia Iglesias- llegó a activar el protocolo de alto riesgo y recabó el testimonio de todo su entorno. Fue una amiga la que dio la pista definitiva. Aseguró a los agentes que había visto a la joven con un conocido suyo en la discoteca en la noche del jueves. Los policías buscaron a través de Internet información de esta persona con tanta fortuna que encontraron hasta su dirección.

Una patrulla se desplazó acto seguido a su piso y aclaró el entuerto al localizar a la estudiante de Fisterra en compañía de su amigo. Los policías le pidieron que se pusiese en contacto con su familia e incluso solicitaron su permiso para llamar a su padre (al ser mayor de edad podría incluso haberse negado), una llamada de alivio que se produjo apenas unos minutos después.