El hombre que atracó 25.000 buques y dijo no al «Prestige»

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

El práctico de A Coruña solo habría aceptado el barco con su calado reducido

27 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

«Era como meter un pie del 47 en un zapato del 32». El símil de Evaristo Landeira, práctico mayor jubilado del puerto de A Coruña, refleja el dilema al que se enfrentó en la mañana del 14 de noviembre del 2002, cuando el capitán marítimo lo llamó para consultarle sobre la posibilidad de llevar el Prestige al pantalán petrolero de Repsol. Una vez informado del calado -22 metros-, Landeira tuvo clara la respuesta. Llevarlo al puerto en el que él era el responsable de todas las maniobras era «ridículo», una «temeridad». Recordó que existía una norma militar de 1977 que impedía la entrada a buques con un calado superior a 15,5 metros.

En su larga carrera como práctico en los puertos de Bilbao y A Coruña llegó a gestionar la entrada de 25.000 buques. Pero el no al Prestige era matizado. Si la Administración se hubiera empeñado en la operación él, en primer lugar, les habría pedido que lo eximieran de responsabilidad. Ya hubo prácticos implicados en procesos judiciales recientes, como el del Mar Egeo. Las otras dos opciones habrían sido rebajar el calado del buque -una operación «compleja» si se realizaba en el dique de abrigo- o cambiar la vieja normativa de forma urgente.

Pero el problema no era solo de calado. Landeira incidió en que para un barco con la situación del Prestige era muy difícil encontrar abrigo. No podía entrar vertiendo. Debía tener la máquina en buenas condiciones y comprobarlo, pues muchos capitanes ocultan los problemas. En el estrecho canal de entrada que bordea la torre de Hércules, además, debía desarrollar una velocidad mínima de siete nudos para no embarrancar, como hizo el Mar Egeo.