La catedral denunciará al ladrón del Códice por injurias al cabildo

x. melchor / c. franco SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Afirma que las acusaciones de sexo y robos buscan desviar la atención

20 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La catedral de Santiago denunciará por vulneración del derecho al honor al ladrón confeso del Códice Calixtino por el manuscrito que presentó en el juzgado en el que asegura que había canónigos que mantenían relaciones sexuales y que los robos en los cepillos de las limosnas eran generalizados entre los trabajadores del templo. Afirmaciones que califica de «totalmente falsas» y por las que, además, también emprenderán acciones contra la letrada de Manuel Fernández Castiñeiras, Carmen Ventoso, acudiendo a los organismos colegiales correspondientes «denunciando la posible vulneración de las normas del código deontológico de la abogacía», explica el abogado que la basílica compostelana ha designado para representarla en este caso, José Antonio Montero Vilar.

Ofender y ensañarse

El cabildo catedralicio asegura que Fernández Castiñeiras solo pretende con sus afirmaciones sobre sexo y robos «desviar la atención de lo que es el objeto del procedimiento, no dudando para ello ofender y ensañarse con quienes son las verdaderas víctimas, que quedan sometidas así a una doble victimización».

Desde que fue detenido Manuel Fernández Castiñeiras por el robo del Códice, la catedral asegura que ha querido mantenerse «al margen de cualquier tipo de controversia o polémica que exceda de lo puramente jurídico y procesal», pero explican que ante la difusión del contenido del escrito presentado por el ladrón confeso del famoso libro han querido hacer constar que rechazan «la utilización espuria que se está haciendo del presente procedimiento».

La dirección de la catedral se lamenta de que las afirmaciones de Fernández Castiñeiras, que se está en libertad provisional, «no buscan esclarecer las circunstancias en que fueron cometidos los hechos» y recuerda que el hecho jurídico que está sobre la mesa es, además del robo del Calixtino, el robo de dinero de la caja fuerte de la basílica durante más de una década, así como el blanqueo de capitales. Además, también se le ha imputado por delitos contra la intimidad porque en su casa se hallaron cartas tanto de sus vecinos como de miembros del cabildo.