Ferrol muestra sus armas en Australia

Andrés Vellón Graña
andrés vellón FERROL / LA VOZ

GALICIA

El «Cantabria» llega a Melbourne para operar con la Marina de aquel país

14 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Ferrol ha puesto una pica en Australia. Tras 41 jornadas de intensa navegación con dos paradas, el buque de aprovisionamiento en combate (BAC) Cantabria arribaba ayer a Melbourne. Según la Marina de aquel país, el viaje equivale a recorrer 20.000 kilómetros.

Fue el pasado 3 de enero cuando el barco zarpó de la base ferrolana de A Graña. En la práctica, desde ahora y hasta entrado el mes de noviembre operará a las órdenes de la Armada australiana, que se hace cargo de todos los costes del despliegue.

¿Los objetivos? Dos. Por un lado, multiplicar los días de mar de una unidad nueva que, hasta el momento, apenas ha navegado debido a los recortes presupuestarios del Ministerio de Defensa. Por otro, apoyar las opciones comerciales de Navantia para lograr el encargo de dos buques de similares características que el Gobierno australiano quiere adquirir a medio plazo.

El barco fue recibido en el muelle por el comandante de la Flota australiana, Tim Barret, acompañado por el cónsul general de España en Melbourne, Miguel Gómez Aranda, entre otras autoridades. Y no faltó la música. La banda de la Real Marina Australiana hizo los honores.

Mayoría de gallegos

El Cantabria llega a la otra punta del mundo en una misión sin apenas precedentes en España con una dotación de 146 hombres y mujeres, de los cuales la mayoría son gallegos.

El principal objetivo del buque es el de respaldar, durante períodos largos de tiempo y en escenarios geográficos lejanos, a otras unidades ofreciéndoles combustible, víveres, munición o pertrechos, para que no tengan que regresar a puerto.

La parada en Melbourne se debe a que allí se encuentra el megabuque Canberra, fabricado en los astilleros de Navantia en la ría de Ferrol. Estos días ambos navíos recibirán la visita del ministro de Defensa, Pedro Morenés. Luego seguirá hasta Sídney, donde tendrá su base operativa.

De hecho, ahí hay ya instalada una unidad logística de apoyo al personal. Incluso psicológico.

Queda mucho calendario por delante para la dotación del Cantabria hasta la culminación de su tarea.

El estar tan alejados del hogar y de la familia ha hecho que la Marina permita comunicaciones habituales durante el despliegue. Habrá, además, rotaciones. Algunos de los hombres y mujeres embarcados dejarán Australia en el ecuador de la misión para ser relevados por otros marinos. Los que tengan que completar todo el operativo, hasta noviembre, podrán disfrutar de un período vacacional para volver a su casa.

La avería

El buque Cantabria tuvo que ser reparado en los astilleros de Navantia Ferrol de una importante avería estructural detectada cuando se realizaban las pruebas para poder acometer este operativo. Defensa se jugaba mucho y, por ello, anuló una misión previa que el barco tenía en el Índico para que pudiese garantizarse su llegada en plazo a las antípodas.

Finalmente, así ha sido. Ahora, toca ser un gran embajador de la Armada española. De su tarea pueden sacar tajada la Marina, en prestigio, y por otra parte el naval ferrolano, en carga de trabajo con nuevos contratos. Un gran reto.