La farmacéutica lucense Ana Prieto Nieto, que preside el colegio profesional, alerta de que las medidas de contención del gasto en los últimos meses han llevado al colectivo a una situación muy complicada, con algunos cierres que, dice, «ponen en peligro la calidad de la prestación farmacéutica». En estos momentos tienen otro caballo de batalla, la Ley de Servicios Profesionales. «Un cambio en la propiedad-titularidad de las farmacias no va a producir un ahorro en el gasto público en medicamentos -afirma- ni va a mejorar la competitividad de la economía, ni tampoco va a producir mejora alguna en la salud de los ciudadanos».
Prieto advierte, sin embargo, de que va a permitir «la entrada del poder económico, con la aparición de las grandes cadenas, favoreciendo intereses multinacionales y poniendo en peligro el interés general, especialmente en las farmacias de la zona rural, de menor rentabilidad».
La farmacéutica lucense cree que, de consumarse la pretensión, las pequeñas empresas actuales acabarían en el 90 % de los casos en manos de las grandes cadenas, con la consiguiente pérdida de empleo. «El farmacéutico independiente -asegura- no se deslocaliza ni en situaciones de caída de rentabilidad ni de crisis porque prioriza el interés sanitario frente al económico».