Descubren ADN de perros entre ingredientes para hacer piensos

l. míguez / a. martínez VIGO / LA VOZ

GALICIA

Las naves de As Neves almacenaban de forma ilegal contenedores llenos de cadáveres de animales
Las naves de As Neves almacenaban de forma ilegal contenedores llenos de cadáveres de animales

Al menos 11 implicados en una trama destapada por el Seprona de Vigo

30 ene 2013 . Actualizado a las 22:38 h.

Las investigaciones del Seprona en Galicia y Salamanca han permitido destapar un grupo organizado que presuntamente introducía en la cadena alimentaria restos de cadáveres de animales entre los que figuraban mascotas o ganadería enferma cuyo único destino debe ser su eliminación. Según las pruebas analíticas practicadas en una de las plantas de transformación de la firma Fernando Corral e hijos S.L., con base en la localidad de Aldeaseca de la Frontera (Salamanca), las muestras de grasas que eran distribuidas para confeccionar piensos para animales tenían restos de ADN de perros y ovejas «sin ningún género de dudas». En el informe de la Guardia Civil incluso no se descarta «que se hubiesen utilizado para la elaboración de productos alimenticios para humanos».

El Juzgado de Instrucción número 3 de Ponteareas ha admitido a trámite la denuncia del Seprona de Vigo por un delito contra la salud pública y falsificación documental. A esta acusación se han sumado también varios particulares y la sociedad protectora de animales de Cambados, que podrían añadir una denuncia por estafa, al considerar que fueron engañados cuando llevaron cadáveres de mascotas para una adecuada eliminación.

Hasta el momento hay once personas implicadas en la trama, entre las que figuran transportistas, responsables de curtidurías y de otras empresas vinculadas al mundo animal. La red se extendía por toda Galicia y existen indicios, como poco, de irregularidades administrativas en empresas de Lugo, Salceda de Caselas, Tomiño y Vigo.

El juzgado ha decretado como medida cautelar el cese de extracción de materia prima de la planta de transformación de la empresa de Salamanca implicada. La Fiscalía se ha sumado a la petición al considerar que se trata de unos hechos que ponen «en riesgo» la salud pública.

De momento se desconocen las empresas que hubieran adquirido productos adulterados con estas grasas animales. Tampoco se descarta que las investigaciones acaben con la imputación de más implicados. La grave irregularidad en la que habrían caído estas firmas consiste en haber gestionado restos de animales de categoría 1, es decir, animales enfermos, mascotas, ejemplares de zoológicos o de experimentación, en una planta dedicada a tratar los que se corresponden con la categoría 3 y que sí se pueden usar para fabricar piensos. En este caso se incluyen partes de animales de mataderos o similar que ya han cumplido los controles sanitarios pertinentes.

Nave ilegal

Buena parte de estos animales de categoría 1 eran almacenados de manera ilegal en una nave del municipio pontevedrés de As Neves, que fue precintada posteriormente. La Voz de Galicia destapó en mayo del año pasado la presencia de hasta quince toneladas de cadáveres. Según afirmó entonces la Xunta, los restos estaban acumulados para su posterior incineración y en aquel entonces se descartaba que se reintrodujeran en la cadena alimentaria, como se acaba de comprobar con pruebas de ADN practicadas en los laboratorios de la Guardia Civil.

En esta misma operación y en las mismas fechas, los responsables del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil de Vigo siguieron la pista a una residencia canina de Salceda de Caselas. Allí se intervinieron tres congeladores llenos con 52 cadáveres de perros, 15 de gatos, uno de jineta y otros de otras especies. Además, también había vehículos cargados con otros subproductos con más cadáveres de animales.

Solo un almacén autorizado

En realidad, según comprobaron los agentes, en la provincia de Pontevedra solo existe una firma autorizada para almacenar los restos de mascotas y especies enfermas, situada en O Campiño, cuyo gerente también ha sido investigado por la Guardia Civil. Las averiguaciones realizadas por los agentes han permitido comprobar que los documentos presentados no se corresponden con la realidad de las firmas. En los informes de las empresas implicadas aparecen casos de restos de animales cuya procedencia no estaba debidamente acreditada.