Orden internacional de búsqueda para dos fugados de la banda del oro

José Manuel Pan
josé manuel pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Los miembros de la banda del oro guardaban el botín de sus robos en zulos
Los miembros de la banda del oro guardaban el botín de sus robos en zulos guardia civil

La Guardia Civil detuvo a los dos cabecillas e imputó a otros tres miembros

23 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Eran extremadamente cuidadosos y estaban muy bien organizados. Por eso costó dos meses dar con los miembros de la banda del oro, una de las organizaciones delictivas más eficaces detectadas en Galicia en los últimos tiempos. Por eso resultó tan difícil capturar a la mayoría de los miembros de la banda y por lo mismo hay dos ladrones que se encuentran en paradero desconocido y para los que se ha emitido una orden internacional de busca y captura. Los dos fugados, que tienen documentación albanesa, están oficialmente desaparecidos desde finales de octubre, cuando la Guardia Civil de A Coruña consiguió desarticular a la banda deteniendo al supuesto jefe y a su pareja. Dirigían al resto del equipo desde Madrid. Daban las órdenes y los miembros operativos ejecutaban los asaltos. Hay además tres imputados por los robos.

«Cada uno tenía su función. Eran buenos», explica una fuente conocedora de las investigaciones llevadas a cabo por los agentes del grupo de Patrimonio de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil de A Coruña, en colaboración con el Equipo contra el Crimen Organizado (ECO) del instituto armado. La banda del oro tenía muchas peculiaridades, sobre todo en su forma de trabajar. Solo querían oro. Ni equipos informáticos, ni televisores, ni móviles de última generación. Lo saben algunos vecinos asaltados, que vieron intactos objetos de gran valor, pero poco interesantes para la organización. Y es lo único que vieron, porque los ladrones no se dejaban ver. No hay conocimiento de ningún enfrentamiento con sus víctimas. Robaban si podían. Y si no, se iban a otra casa. Así trajeron en jaque durante casi dos meses a la Guardia Civil, que encontró grandes dificultades para dar con ellos. Porque apenas había pistas. Los investigadores del equipo de Patrimonio dedicaron muchas horas hasta que dieron con la primera pista. Y ya no la soltaron. Los agentes establecieron las operaciones de seguimiento de los asaltantes y descubrieron su modus operandi, los zulos en los que escondían el oro robado, dónde residían, cómo se movían. La última pista llevó a los agentes hasta Madrid, al gran zulo donde se guardaban siete kilos de joyas robadas y hasta el piso del supuesto jefe de la banda del oro, Alejandro Deda, un albanés de 38 años que fue uno de los participantes en el violento asalto al chalé de José Luis Moreno en diciembre del 2007. En Madrid se produjeron las detenciones. Había caído la banda del oro.