«As caixas de aforro galegas foron moi mal xestionadas, poñendo en perigo polo seu descontrol, tanto no seu réxime de política crediticia (raiando a temeridade) como na estrutura dos fondos da súa obra social (raiando en absurdos localismos), a totalidade da súa herdanza. Porque eses fondos dos que dispuxeron se dedicaron moitas veces a un uso máis suntuario que produtivo».
Así de a gusto se despachan con los responsables de las extintas Caixanova y Caixa Galicia, sin citar nombres, los redactores de otra de las tres ponencias del próximo congreso del PPdeG: A crise como reto do presente; o crecemento como meta do futuro, la cual firman la diputada en Cortes Irene Garrido y los concejales Alberto Sueiro (Carballo) y Beatriz González-Tejada (Ourense). El documento, que endosa «manifesta irresponsabilidade» a esos viejos directivos, también imputa a la «neglixencia» de estos, así como a las «deficiencias» del Banco de España, el caos de las preferentes y subordinadas.
Desafío a las tesis del FROB
El texto, sin autocrítica, se marca «como obxectivo» el reto de «intentar consolidar unha entidade financeira galega próxima e identificada coas necesidades das familias e empresas do país»; o sea, la meta de salvar el proyecto de NCG. Igualmente, el informe destaca la «importancia» y «urxencia» de preservar la obra social de las cajas. Y concluye, en desafío al FROB, al menos aparente: «O Goberno galego continuará, polo interese xeral dos galegos, mantendo os recursos que sexan precisos para defender unha participación significativa da obra social dentro do accionariado da entidade financeira resultante do proceso de reestruturación».
A partir del lunes, cuando el partido difundirá en su web las tres ponencias del cónclave de Lugo, los dos mil compromisarios del mismo dispondrán de diez días para formular enmiendas. La redacción final de esos documentos se aprobará en una cita, la del 19 y 20 de enero, en la que se decidirán el relevo del portavoz del PPdeG, la entrada del poder institucional en la cúpula del político, la posible revisión del modelo de vicepresidencia única en el organigrama y una hipotética salida de Rueda de la secretaría general.