Una investigación abierta en Galicia implica a multinacionales del tabaco

julio á. fariñas REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

El juez Taín ya remitió a la Audiencia Nacional la macroinvestigación derivada de la operación Alga, con 65 imputados, 21 de ellos en Galicia

28 dic 2012 . Actualizado a las 21:54 h.

Casi tres décadas después de la primera gran ofensiva policial y judicial contra el contrabando industrial de tabaco, cuyo principal epicentro habían sido las rías gallegas, los juzgados centrales de la Audiencia Nacional tendrán que decidir si asumen o no la competencia para culminar una investigación iniciada en Galicia por Vigilancia Aduanera, bajo la dirección del Juzgado de Instrucción número 2 de Santiago de Compostela. Su titular, José Antonio Vázquez Taín, ya se inhibió en las últimas semanas de la instrucción de la causa, que tiene ramificaciones internacionales y que afecta inicialmente a 65 imputados, 17 de ellos en Andorra y 27 en distintos puntos del territorio nacional, la gran mayoría de ellos, un total de 21, en Galicia.

Fiscales especializados

Aunque los juzgados centrales no son, de un tiempo a esta parte, muy proclives a asumir este tipo de investigaciones, la Fiscalía de la Audiencia Nacional, según su máximo responsable, está plenamente dispuesta a apoyarla e incluso se plantea formar un equipo de fiscales especializados en delincuencia económica para que se dediquen de lleno a concluirla y a activar las comisiones rogatorias internacionales que han sido remitidas a Chipre, Bruselas, Luxemburgo, Portugal, Italia y Andorra.

La única que se ha cumplimentado hasta la fecha es la de Andorra. El propio juez Vázquez Taín se desplazó a la capital del Principado con varios funcionarios de Vigilancia Aduanera para interrogar a los allí detenidos y registrar las instalaciones de Tabacs Marfany, S.?A., de donde salió de contrabando la mayor parte del tabaco incautado en España.

Indicios de implicación

Fuentes conocedoras de la investigación han señalado que esta acumula ya suficientes elementos indiciarios sobre la implicación de las grandes multinacionales del tabaco -Philips Morris y Japan Tobacco (propietaria de la división internacional RJ Reynolds)- o de sus filiales en el contrabando de tabaco, ya que serían las propietarias reales de las fábricas de marcas blancas que inundan los circuitos de venta de tabaco que no cotiza al fisco de los países donde se comercializa.

El interés de las multinacionales que fabrican y comercian «el genuino rubio con sabor americano» se ha ido incrementando en la medida que fueron perdiendo cotas de mercado por la prohibición de la publicidad y las campañas institucionales contra el consumo de tabaco.

Las marcas blancas, producidas por sus filiales en Andorra e Italia, les han permitido abrir nuevos mercados al margen de los circuitos legales de venta, ya que el consumidor, una vez que las prueba y ve que no están nada mal -mucho mejor que las marcas clásicas falsificadas por los chinos- las acaba comprando porque su precio es mucho más barato, e incluso ya se empiezan a ofertar también en los estancos, pero más caras.