O Chucán vagó durante cinco horas por Lugo hasta que lo auxiliaron

xosé Carreira LUGO / LA VOZ

GALICIA

OSCAR CELA

El jurado no llegó ayer a un veredicto y seguirá deliberando hoy

01 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Durante unas cinco horas vagó solo y completamente desorientado por las calles de Lugo la madrugada del jueves al viernes José Carnero, conocido como O Chucán. Quedó totalmente abandonado tras la conclusión del juicio en el que, por segunda vez, se trató de dilucidar si mató con gran ensañamiento a la empleada de un club de alterne, a la que llevó a su casa de Sober para mantener relaciones sexuales en septiembre del 2007. Finalmente, el acusado pudo llegar ayer por la tarde a su vivienda, donde espera el veredicto. El jurado deliberó ayer durante todo el día, pro no llegó a una conclusión. Continuará hoy reunido.

Con solo diez euros en el bolsillo que le dio su abogado para que cogiera un autobús que no había y se marchara para su casa, Carnero vagó como alma en pena por las calles de Lugo. Con los pantalones caídos por momentos, braceando y hablando solo buscó cobijo inicialmente en la estación de autobuses. Lo consiguió únicamente hasta pasadas las doce de la noche, hora en la que salió el autobús de Madrid y la terminal cerró. Para Monforte, ya hacía varias horas que el bus había partido.

Desde la medianoche, su único cobijo para el frío y la lluvia, que por momentos era intensa, fue un miniparaguas de los chinos que tuvo como compañía inseparable durante el tiempo que estuvo en la silla de acusados. Incluso consiguió no perderlo el día que sufrió un ataque epiléptico que le hizo dar un corto recorrido: del banquillo a la camilla de urgencias.

Entre las doce y la una de la madrugada dio decenas de vueltas a la misma manzana: estación de autobuses, calle río Neira, plaza del Comandante Manso y Ronda de la Muralla. Por veces se introdujo en el casco histórico a través de la puerta de San Pedro, pero pronto volvió a su reiterativo recorrido.

La lamentable situación motivó que fuese avisada la Policía Local con la finalidad de que pudiera prestar algún tipo de asistencia a una persona que hacía unas horas había abandonado un hospital, estaba empapada y sin comer. La petición planteada en dos ocasiones a través del 092 no tuvo un resultado exitoso. En la primera llamada, el mensaje transmitido era que el hombre se encontraba en libertad y que nada se podía hacer aunque un «xa miraremos» abría una mínima puerta a la posibilidad de auxilio. En la segunda, la información aportada desde la Policía Local ya fue más precisa: sabe de él la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Audiencia. Está libre y tiene derecho a andar por la calle. Ese fue, más o menos, el contenido del mensaje. De nuevo, un «xa mandaremos a patrulla por alí», hacía pensar en que, con un poco de suerte, O Chucán dejaría de vagar desorientado como alma en pena.

Como no pasó ninguna patrulla de la Policía Local, finalmente la llamada de socorro fue planteada al servicio de urgencias médicas 061 dada la situación de desorientación del viandante. La respuesta fue espectacular. En cinco minutos se presentaron ante el Seminario, por donde caminaba O Chucán, una ambulancia con dos técnicos y tres vehículos de la Policía Nacional con un total de seis hombres. Sobre la una y media de la madrugada, Carnero había conseguido cobijo aunque este fuera en urgencias del hospital.

Ayer por la mañana logró subir a un autobús que lo dejó en Monforte. Desde allí cogió un taxi que lo trasladó hasta su casa de Arxemil, según informó la redacción de Lemos. Pagó con un billete de 20 euros. Posiblemente consiguió dinero con la libreta bancaria que tenía en su poder y que no pudo utilizar durante la noche.

Sobre las ocho de la tarde una patrulla de la Guardia Civil acudió a su casa para decirle que no se moviera de allí. «Virante buscar para levarte a Lugo e lerche a sentenza», le anunciaron.