Tan solo quedarían 17 kilómetros por licitar en los accesos a Ourense y uno de los túneles del Padornelo
01 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.El ADIF adjudicó ayer el último tramo del trazado más complejo del AVE gallego entre Lubián (Zamora) y Taboadela, en las inmediaciones de Ourense. Tras casi doce años de tramitaciones, redefiniciones, compromisos, pactos institucionales y retrasos conscientes, el consejo de administración del gestor ferroviario ha culminado este largo proceso dando luz verde al contrato de la vía izquierda del túnel de Prado, cuya construcción recaerá en una unión temporal de empresas formada por Dragados y Tecsa.
La oferta económica de este grupo supone una importante baja sobre el presupuesto de licitación, pues las obras se calcularon con un coste de 127,4 millones de euros y finalmente se construirá por 78,3, probablemente porque se evita el uso de tuneladoras y se apuesta por los métodos convencionales. No obstante, la rebaja en este caso es especialmente amplia: nada menos que 49,1 millones.
Todas estas bajas en los contratos de plataforma de este tramo han supuesto un ahorro final de unos 270 millones de euros, pues todos ellos se licitaron con un precio aproximado de 1.430 millones y finalmente se adjudicaron por 1.159.
La vía izquierda del túnel de Prado tiene una longitud de 7,6 kilómetros, algo inferior al tramo paralelo (Prado-Porto), que se encuentra en ejecución. El kilómetro que falta fue adjudicado en su momento con este contrato. El subterráneo discurre por los términos municipales de Vilar de Barrio y Sarreaus, ambos en la provincia de Ourense.
Así que los 83 kilómetros más complejos del AVE gallego ya están contratados y la mayoría de ellos se encuentran en obras desde hace unos meses.
Tramo urbano
Tan solo quedarían por salir a contratación el tramo entre Taboadela y Ourense, que en realidad es una variante urbana para evitar el sinuoso trazado del ferrocarril en esta zona. Este trazado, del que depende la integración ferroviaria en Ourense, está en fase de estudio. Pero distintos expertos consideran que la línea Madrid-Galicia podría ponerse en servicio sin mayores problemas con una solución transitoria para estos 17 kilómetros. También quedaría pendiente el acondicionamiento del actual túnel del Padornelo, de 7,3 kilómetros, actuación prevista para después de la entrada en servicio de la línea.