El hecho de tener que prolongar una semana su estancia, lejos de haber sido una complicación, no parece haberles importado demasiado
07 nov 2012 . Actualizado a las 04:00 h.Con una semana de retraso a causa de las complicaciones derivadas del huracán Sandy, ayer llegaron a Galicia los dieciséis estudiantes del colegio compostelano La Salle que participaron en un intercambio con la Vermont Academy de la localidad norteamericana de Saxtons River, en Vermont.
Contenta aunque cansada, la alumna Ana Escariz explicaba a su llegada al aeropuerto internacional de Lavacolla que la preocupación fue más para las familias que estaban en Galicia que para la expedición escolar, sobre todo en las horas previas al paso del huracán. «Donde estábamos casi no se notó, solo hubo algo de viento -decía-, pero pudimos hacer todas las actividades que teníamos previstas». Después de dos meses en el complejo escolar Vermont Academy, los dieciséis alumnos de primero de bachillerato tenían que haber regresado el pasado día 30 a Santiago, pero todos los vuelos de la costa este quedaron cancelados. El hecho de tener que prolongar una semana su estancia, lejos de haber sido una complicación, no parece haberles importado demasiado, más bien al contrario.
«El día que teníamos que volver -relata Ana- nos dieron un aviso de tormenta fuerte, nos dijeron que si se iba la luz tendríamos problemas con el agua, ya que el lugar donde estábamos se abastece con un sistema que funciona con electricidad, pero finalmente eso no pasó, casi no notamos nada y en ningún momento estuvimos en peligro».
Su compañero Alejandro Neo dice que la experiencia ha sido magnífica y, lo mismo que el resto de la expedición, no está nada disgustado con el cambio de planes obligado por las circunstancias meteorológicas, que les ha permitido vivir in situ, por ejemplo, el Halloween estadounidense. El huracán se suma a la larga lista de recuerdos que se traen en las maletas.