Acude a pintar un bar y aprovecha para sellar 55.000 euros de lotería sin abonarla

xosé Carreira LUGO / LA VOZ

GALICIA

Pretendía optar al bote de 101 millones que había en el sorteo de esa noche, pero acabó en los calabozos acusado de estafa

01 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Las alarmas de la Organización Nacional de Loterías saltaron en la sede de Madrid a última hora de la tarde del pasado martes. Alguien se dio cuenta de que desde un puesto de sellado de un bar de un pueblo de Lugo, Baleira, se validaban en 17 minutos varios boletos del euromillones (la lotería europea) por un importe total de 55.440 euros. Nunca tal cosa se había visto, con excepción de un par de casos contados y provenientes de oficinas de grandes ciudades españolas.

Quien tenía el curioso récord de efectuar tan meteórico sellado millonario era A.S.L., un vecino de Oviedo. Pretendía optar al bote de 101 millones que había en el sorteo de esa noche, pero acabó en los calabozos acusado de estafa. ¿Cómo lo hizo? A las 19.43 horas el hombre cubrió un boleto a mano, pero después pensó que era mejor validarlos automáticamente en la máquina. A las ocho de la tarde había cubierto 11. Cada uno de ellos tenía un precio de 5.040 euros, lo máximo permitido. La máquina le preguntó hasta tres veces si estaba seguro y él le dio a la tecla del sí.

Al detectarse la situación ya no quedaba tiempo para dar de baja las papeletas. El sorteo era a las nueve de la noche. Además, A.?S.?L. tardó tiempo en reconocer que había sido él el autor del sellado. Al parecer, el propietario del bar Marronda de Baleira donde sucedieron los hechos, Jesús García Sarceda, hacía 14 meses que había dado trabajo de obrero al detenido en una empresa de construcción. El martes tenía que pintar la barra del bar, que dispone de una sección de sellado y validación de juegos de azar.

Según contó el dueño, el operario asturiano se quedó algún tiempo solo en el interior del establecimiento y aprovechó para tratar de probar fortuna, pero sin gastar un céntimo. Se fue directamente a la máquina y empezó a sellar boletos del euromillón con combinaciones múltiples. La factura se puso en poco más de un cuarto de hora en 55.440 euros. El hostelero afectado explicó que el presunto estafador había actuado con habilidad. Esperó a las últimas horas para que no hubiera posibilidad alguna de anular los boletos jugados.

El detenido pensó que no sería descubierto, pero se equivocó. En Madrid, al detectar semejante despropósito llamaron inmediatamente a la delegación de Lugo y también al responsable del bar, que se quedó de una pieza. Rápidamente se presentó en el local y descubrió que la máquina para validar las apuestas estaba apagada. «Pensei moi mal. ¿Como podía estar apagada se teño un dispositivo que permite que siga funcionando aínda que se vaia a luz? Xa pensei de inmediato no pintor. Apagouna el pensando que eu non me daría conta», dijo ayer el hostelero.

Jesús García pidió explicaciones al empleado y este le dijo que no sabía nada del asunto, pero, según relató el empresario, el hombre se puso tan nervioso que incluso se le llegó a caer una consumición que en aquel momento tenía en la mano.

Boletos en una botella

El pintor acabó metiendo los boletos que validó irregularmente en una botella de plástico de agua que, finalmente, entregó a la Guardia Civil cuando fue trasladado al cuartel. Nadie se llevó los 101 millones del bote, por lo que para mañana ya hay 119. El presunto estafador de Baleira consiguió un pellizco de alrededor de 3.000 euros en premios menores. No hizo un buen negocio porque, finalmente, lo cazaron.